Una migrante hondureña suplica al gobierno de Estados Unidos que no se aplace más el programa ‘Remnain in México’ porque teme que les haga daño un hombre que abusó sexualmente de su hijo en un albergue de Tijuana, Baja California.
Ella, junto con sus tres hijos menores de edad, y su madre decidieron huir de Honduras en abril pasado, luego de que unos pandilleros la atacaron a balazos por negarse a ser parte de su grupo delictivo. En sus piernas tiene aún las cicatrices de los orificios de las balas.
Así como les han pasado cosas buenas en México, dijo, pide al gobierno norteamericano “que tomen en cuenta la vulnerabilidad que tienen aquí en la frontera, de hecho estando en el país hemos pasado cosas malas”.
En Ciudad Acuña, Coahuila, quisieron secuestrarla y tuvo que aventarse de un vehículo en movimiento, relató.
Después viajaron a Tijuana “y llegamos al Chaparral, estando ahí yo tuve un intento de violación y básicamente decidimos buscar un albergue, lamentablemente a donde llegamos mi hijo tuvo un abuso sexual”.
Por eso pasaron varios días durmiendo en la calle, hasta que llegaron a un albergue en donde la apoyan abogados de inmigración.
“Yo como madre quiero ser fuerte frente a él (mi hijo), pero realmente siento que no puedo y más con esta noticia que nos han dado”, expresó al enterarse que no hay una fecha definida para reiniciar los trámites de asilo a Estados Unidos.
ledz