Migrantes, mexicanos deportados y activistas celebraron una posada la esquina del Noroeste de México, donde propusieron ayudar a la población en tránsito dado que no es posible abrir las puertas que hay en el muro entre México y Estados Unidos.
Voluntarios representaron a José y María, quienes auxiliados por extranjeros pedían a otros posada ante el próximo nacimiento de su hijo Jesús.
A un costado de la ‘mojonera’ celebraron, pero también leyeron los nombres de migrantes que han perdido la vida en su travesía por lograr el llamado ‘Sueño Americano’.
Y expusieron que no se espera un panorama favorable para los migrantes en el vecino país, por los anuncios de Donald Trump a la Presidencia a partir del 20 de enero próximo.
Así fue el festejo:
“Abrir una puerta por una persona, darle comida a una persona, dar una sonrisa a una sola persona porque no va a cambiar, no se va a abrir el muro, no hay palabras y no tengo agua bendita que tumbe el muro, pero podemos con oraciones hacer mucho”, expresó el padre Path Murphy, director de la Casa del Migrante Scalabrini.
Mientras que del lado norteamericano, también activistas pedían posada y recordaban que antes era posible las familias se reunieran en el Parque de La Amistad, cuya puerta era abierta.
SNGZ