Migrantes que han logrado llegar hasta la frontera entre Reynosa y Texas con su cita programada en Estados Unidos, relatan la difícil e insegura travesía en la que arriesgaron su vida.
La larga espera para los migrantes que por meses intentan ingresar su solicitud de asilo a Estados Unidos termina aquí, en los puertos fronterizos.
Por el puente Hidalgo diariamente son recibidos cerca de 160 personas en diversos horarios, ellos han recibido una confirmación digital a través de CBP One, y en breve serán recibidos por personal federal para finalmente iniciar su trámite en Estados Unidos.
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En la fila se observan migrantes de México, El Salvador, Venezuela, Colombia y Haití.
“Ingresamos todos nuestros datos a la aplicación, y ya una vez ingresados los datos esperar, esperar a que nos den una cita puede salir rápido o no; nosotros por lo menos teníamos ya casi esperando tres meses en la ciudad de México”.
Pero para llegar a este punto han pasado meses en riesgo
Evelyn, de Venezuela, citada junto a su familia la mañana de este 3 de enero, perdió a su madre y dos amigos cruzando la frontera hacia Nicaragua, tras exponerse ante traficantes de humanos.
“Tuvimos un caso bastante complicado nosotros tuvimos un accidente en Costa Rica y falleció mi mamá y fallecieron dos amigos más del grupo, entonces lo que les podemos decir como grupo es que sean precavidos al momento de cruzar la frontera, con qué personas van a cruzar, porque fue lo que a nosotros nos ocurrió”.
Carlos y su madre llegaron desde Colombia
“El trasladarse de un estado hacia otro, tuvimos que comer en la calle porque nos quedamos sin dinero, y así ir avanzando hasta que nos llegó la cita… Cuando uno lo piensa, dice yo puedo con esto, pero cuando vas paso a paso te das cuenta que es una trayectoria muy pero muy dura, yo veo familias que viajan con niños, y yo no lo sometería a este tipo de viaje. Es demasiado riesgo, es demasiado peligro, es desde que sales de tu país”.
Y sería para ellos la opresión del gobierno y la caída económica lo que los orilló a este viaje. Muchos coincidieron en que no contaban con que la espera duraría meses y sostener su estancia fue lo más difícil.
“Primero yo estaba en México, duré como dos meses, y aquí dos meses con 22 días, porque cuando tienes la cita debes esperar 20 días para poder viajar… lo más complicado es arrendar, trabajo tampoco no hay, pensábamos que la cita podría salir antes, pero la cosa ahora es más complicada”.
En cruces internacionales de Tamaulipas que son acceso para los solicitantes de asilo, los agentes federales mantienen una división para el área de espera.
yc