Los niños, la población más vulnerable en tiempos de guerra y de paz

Los conflictos armados, la pobreza extrema que afecta a la población, los hechos demuestran que los niños son los que sufren más porque se encuentran en una fase de desarrollo.

Se celebra a la infancia para promover el bienestar y los derechos de la niñez. (Lilia Ovalle)
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila /

Los conflictos armados en el mundo dejan tras su paso pobreza extrema que afecta de manera global a la población, pero que en los hechos demuestra que son los niños quienes más sufren, pues se encuentran en una fase constante de desarrollo y cambio que no sólo concluirá con su infancia sino que delimitará su estructura mental como adultos.

En ese sentido y tras la primera guerra mundial, fueron los activistas los que comenzaron un debate que tendió a generar preocupación pero también conciencia sobre la necesidad de enfatizar una protección especial para los niños.

Una de las primeras defensoras de los derechos de los infantes fue Eglantyne Jebb, fundadora de la organización Save the Children, institución que con la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja, impulsó la adopción de la primera Declaración de los Derechos de los Niños.

La declaración fue sometida para su aprobación ante la Liga de las Naciones, la cual la adoptaría y ratificaría en la Declaración de Ginebra sobre los Derechos de los Niños, el 26 de septiembre de 1924. 

Al año siguiente, durante la Conferencia Mundial sobre el Bienestar de los Niños, llevada a cabo también en Ginebra, se declaró, por primera vez, el Día Internacional del Niño, señalando para tal efecto el 1 de junio.

Fue hasta el 12 de abril de 1952 que la Organización de Estados Americanos (OEA) y UNICEF redactaron la Declaración de Principios Universales del Niño, para protegerlos de la desigualdad y el maltrato. En esta oportunidad se acordó que cada país debería fijar una fecha para festejar a los niños.

Dos años más tarde la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la resolución 836 (IX) del 14 de diciembre, recomendó que se instituyera en todos los países un Día Universal del Niño y sugirió a los gobiernos que celebrarán dicho día en la fecha que cada uno de ellos estimara conveniente.

México no estuvo exento de la guerra ni de las conferencias mundiales realizadas en Ginebra, y para proteger a la niñez el presidente Álvaro Obregón instauró el 30 de abril como la fecha oficial para conmemorar a la infancia

Mantener la rutina, desarrolla un sano crecimiento

En medio de la tercera fase de propagación del covid-19 se les recuerda a las madres y padres que el establecimiento de horarios y la continuación con rutinas y hábitos en casa permite que los niños se sientan en un ambiente seguro y tranquilo.

Existen distintas formas de mantener estas estructuras sin que los niños sientan que están de vacaciones y se recuerda que éstas se refieren al cambio de actividad y a la desconexión de la tarea principal, en este caso, la escuela, pero esto no significa “no hacer nada”, más cuando se tratan de factores implicados en su crecimiento.

En el marco del Día del Niño, el doctor Arturo Ayala Estrada, Endocrinólogo Pediatra con práctica privada comentó: 

“En ocasiones los padres consideran que su hijo es bajito, pero ¿cuándo hay que empezar a preocuparse por la talla del niño? La velocidad a la que crecen los niños no es constante a lo largo de la infancia y puede variar mucho, incluso en periodos de tiempo muy cortos; por ello, es importante saber si el crecimiento de un niño en un intervalo de tiempo dado es normal o no, ya que, en condiciones normales, la talla adulta es atribuible a factores genéticos”.

Cualquier enfermedad severa, así como el estrés o algún trauma emocional, pueden tener un efecto adverso sobre el crecimiento de los niños, de allí la importancia de realizar actividades durante este periodo en casa que permita se desenvuelvan creativamente y que no se vean afectados por el nivel de estrés que viven los adultos.

“Durante este periodo los padres pueden identificar de manera muy sencilla si sus hijos continúan creciendo de manera normal, basta con observar si continúan utilizando la misma talla de ropa o zapatos, también pueden marcar en alguna pared que designen el crecimiento de los niños semana con semana o bien, pueden hacer el cálculo de la talla blanco familiar, es decir, de la estatura que por herencia genética pueden tener los hijos”, señaló el doctor Ayala.

Para ello, recomendó hacer la siguiente operación aritmética:

Estatura del padre más la estatura de la madre, el resultado dividirlo entre dos. Al resultado obtenido se le suman 6.5 centímetros para el caso de los hijos, y en caso de hijas se le resta 6.5 centímetros. Esa es la estatura ideal y saludable que deberían tener los hijos.

Adicionales a la herencia genética, la talla de los niños también depende de otros factores como la alimentación, la presencia de alteraciones genéticas, en particular de los déficits hormonales de crecimiento, y de algunas enfermedades durante los periodos del "estirón".

De ahí que el especialista diera las siguientes recomendaciones para favorecer el sano crecimiento de los niños:

  • Elegir una dieta diversa y balanceada, designando un día a la semana para comer golosinas, sin caer en excesos.
  • A toda edad es bueno al menos 30 minutos de ejercicio. Hoy existen muchas clases virtuales que pueden seguirse desde casa, incluso en familia se pueden realizar estiramientos o diferentes rutinas.
  • Procurar que despierten y vayan a dormir en el mismo horario, para mantener horarios de sueño estables. La hormona del crecimiento (alojada en la glándula pituitaria) se produce en el cuerpo durante las primeras horas del sueño nocturno y en la fase profunda.
  • La columna vertebral es un factor clave en el crecimiento de tu hijo, por lo que necesita una buena postura. Designa un espacio en tu hogar equipado con una silla ergonómica, una mesa a su altura, sin muchos distractores, etc. para que tus pequeños realicen sus tareas.

Para el tratamiento de niños con talla baja que no han crecido suficiente debido a que su cuerpo produce niveles insuficientes de hormona de crecimiento, Ayala Estrada indicó que:

“Un menor que ya se encuentra bajo un tratamiento de hormona de crecimiento (somatropina), la adherencia al tratamiento es fundamental y hoy la tecnología permite que por medio de un dispositivo electrónico el especialista pueda medir el avance del tratamiento, así como los días y horarios de aplicación”.

“La somatropina es prácticamente la misma que la hormona de crecimiento humana natural, con la diferencia que ha sido producida fuera del cuerpo por un proceso llamado “tecnología de ADN recombinante”.

Finalmente, el doctor Ayala enfatizó sobre la importancia de continuar manteniendo la rutina de los niños lo más similar a su vida cotidiana, explicarles la situación actual, de manera que sientan tranquilidad y se sientan seguros en casa. Esto además de ayudarlos en su crecimiento o desarrollo físico, también lo hará en su salud mental.

CALE

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