La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exhortó a las autoridades establecer medidas de seguridad y protección para los migrantes que instalaron en el campamento denominado “El Chaparral” en Tijuana, Baja California.
En este sentido, el organismo autónomo de derechos humanos detalló que la llegada al campamento en los últimos meses se debe principalmente al desplazamiento interno forzado de habitantes de Michoacán y Guerrero que huyen de la violencia que asola sus estados.
Respecto a las condiciones del campamento, la CNDH señaló que los migrantes nacionales y extranjeros se encuentran en condiciones de hacinamiento y mayor vulnerabilidad, pues dentro de los asuntos desatendidos por las autoridades destacan el reciente retiro de baños y regaderas portátiles, que provoca un grave conflicto sanitario y de salud.
Además, la falta de alimentación para aproximadamente 3 mil personas que componen el campamento ahonda su precaria condición. Tampoco se han instrumentado medidas efectivas y permanentes para prevenir la propagación del coronavirus SARS-CoV-2.
La CNDH expresó especial preocupación por los más de mil niñas y niños que habitan en el campamento, pues algunos son enviados a pedir dinero a la línea de cruce fronterizo, mientras que otros son potenciales víctimas de abuso sexual y unos más, los lactantes, carecen de fórmulas lácteas para su alimentación.
Por ello, el pasado 20 de marzo la CNDH emitió Medidas Cautelares al gobierno del estado de Baja California, al Instituto Nacional de Migracióny a la presidencia municipal de Tijuana, sin embargo, no advirtió compromiso de ninguna de estas tres autoridades. Por lo que, actualmente integra un expediente de queja.
ledz