La Procesión del Viernes Santo, considerada la más grande de América Latina, se realizará bajo estrictas medidas sanitarias, además de que se aplicarán pruebas covid-19 de forma aleatoria y se desplegará un operativo de Seguridad y Protección Civil, informaron los integrantes del comité organizador.
Para detectar a posibles portadores del virus y evitar más contagios se realizarán 10 por ciento de pruebas aleatorias de covid-19 a los asistentes de cada templo de las ocho imágenes que participarán en la Procesión de Viernes Santo.
En conferencia de prensa, Carlos Castro Mendoza, coordinador de Logística del Comité de la Procesión de Viernes Santo, destacó que después de dos años que no se realizó este acto religioso por la pandemia del covid-19, se tomarán las medidas de bioseguridad.
Señaló que se contará con el apoyo de Protección Civil del municipio, así como con unidades de Sistema de Urgencias y Médica Avanzadas (SUMA), Policía estatal, Turística, Municipal, Bomberos y Guardia Nacional, esto para el traslado de la imagen del Niño Doctor de Tepeaca por la carretera.
El organizador recalcó que después de dos años de suspenderse la procesión, los creyentes tienen la inquietud de asistir, pero pueden seguirla a través de redes sociales; recordó que en el 2019 participaron 160 mil personas, por ello esperan para esta edición 120 mil fieles, esto en el marco de la celebración de sus 30 años.
En su turno, el historiador Eduardo Merlo Juárez subrayó que la procesión más grande en América Latina es la de la capital poblana, pues aunque en San Luis Potosí es más espectacular, no hay otra con tanta concurrencia y devoción como la poblana.
Dentro de las imágenes que participarán son: la Virgen de Los Dolores, Jesús Nazareno, Jesús de la Misericordia, Jesús de Nazareno de las Tres Caídas, la Virgen de la Soledad, el Señor de Las Maravillas y la milagrosa imagen del Santo Niño Doctor de los Enfermos, por lo que la Imagen del Cristo de Expiración (Templo del Carmen), no saldrá.
AFM