Campesinos de Puebla padecen cambio climático y abandono

Edición Fin de Semana

En medio de la pandemia de coronavirus, los agricultores se enfrentan a una variación de precios, aunado a la escasez de subsidios y los efectos de los cambios de sol y lluvias.

Cuando la producción es adecuada, el precio de los productos se mantiene. (Andrés Lobato)
Campesinos en Puebla. (Andrés Lobato)
Jaime Zambrano
Puebla /

Más de 70 por ciento de los productores del campo en Puebla cuentan con cultivos de temporal y son vulnerables ante el cambio climático que se registra en diferentes puntos de la entidad con falta de lluvia o altas temperaturas e intensas precipitaciones.

Actualmente, el apoyo del gobierno federal se limita a entrega de fertilizantes; mientras que el gobierno estatal brinda diferentes esquemas para beneficiar a los productores poblanos y puedan continuar con su producción.

En medio de la pandemia del covid-19, los productores poblanos se enfrentan a una variación de precios, ya que las importaciones de hortalizas y granos generan un aumento de la oferta y las ganancias se reducen.

Juan Zamorano Mendoza, investigador de la Facultad de Agronomía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), comentó que, en términos generales, la actual administración del gobierno federal redujo los apoyos al campo.

Más de 70 por ciento de los productores del campo en Puebla son vulnerables ante el cambio climático. (Andrés Lobato)

La Federación, por ahora, solo brinda apoyo relacionado con fertilizante a los productores del campo poblano. En los últimos días, los productores recibieron Urea, composición inorgánica granulada que es una fuente de Nitrógeno; y el fosfato diamónico (DAP), que asegura la nutrición en fósforo durante todo el ciclo de crecimiento y desarrollo de la planta cultivada.

“Desafortunadamente, se ha visto muy disminuido el apoyo del gobierno federal hacia el campo en términos generales. Hay muchos rubros, pero en términos generales de la forma en que venían los apoyos en otros sexenios, se ha venido disminuyendo la participación. A diferencia del gobierno federal, el gobierno del estado que es del mismo partido que el federal, sí ha incrementado de manera importante los apoyos al sector agropecuario”, apuntó el investigador.

A nivel estatal, los apoyos son mayores y se tienen registros de entrega de equipos, cochinas aspersoras, agroquímicos, fertilizantes y otras herramientas para los productores del campo en diferentes regiones, apuntó el académico.

Destacó que, de forma personal, ya no tiene esperanza de que el gobierno federal aumente los apoyos para el campo; mientras que estima que el gobierno del estado continuará con su política de respaldar a los productores.

En medio de la pandemia del covid-19, el único sector que registró números positivos por su crecimiento fue el sector de la agronomía, con un promedio de dos por ciento en todo 2020 y con perspectivas alentadoras para este año, comentó Juan Zamorano Mendoza, investigador de la Facultad de Agronomía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).

Los efectos del cambio climático afectan en la producción y en los precios de los productos agropecuarios. (Andrés Lobato)

Antes que la pandemia del covid-19, los efectos del cambio climático, es decir, las lluvias o las sequías, afectan en la producción y en los precios de los productos agropecuarios. Cuando la producción es adecuada, el precio de los productos se mantiene o disminuye; sin embargo, cuando se pierden las cosechas por falta de agua o por exceso de la misma, los alimentos disminuyen en el mercado y los costos incrementan.

De forma adicional, los precios de los productos en México se ven afectados por las variaciones internacionales, ya que, diferentes productos son importados y ejercen su influencia en los costos para el consumidor final.

“El sector del campo creció ocho por ciento; mientras que la caída de la economía fue de 8.5 por ciento en el país. En Puebla, el comportamiento del sector agronómico, solo se perjudicaron algunos cultivos. En el campo, no todos los productos se comportaron de manera similar”, apuntó.

Durante la pandemia que comenzó en marzo de 2020 y que se mantiene, los productos del campo registraron variaciones mixtas, por un lado, el precio del maíz aumentó ante los efectos internacionales; mientras que el jitomate y las cebollas registraron disminuciones para el consumidor final.

El maíz registró un aumento de precio a nivel internacional, lo cual impactó en la producción de pollo, huevo y cerdo, ya que la mayor parte del grano que se ocupa para los animales proviene de otros países. En contraste, el maíz para las tortillas se mantuvo porque se produce en el país.

“El maíz importado ha estado subiendo y es lógico que los precios, sobre todo, del huevo, del pollo y hasta de la tortilla, aunque no es maíz amarillo, pero se ve afectado por la oferta y demanda, se están incrementando los precios”, apuntó Zamorano Mendoza.
La agricultura y la ganadería son las actividades que más agua ocupan. (Andrés Lobato)

En contraste, el jitomate y la cebolla registraron una disminución de sus precios porque existe una sobre oferta en el mercado, ante una alta producción favorecida por las cuestiones climatológicas, destacó el especialista de la universidad poblana.

“Los precios están variando, no tanto por la pandemia sino por las cuestiones climatológicas. Lo que más afecta los precios de los productos agropecuarios es el clima, esto quiere decir, que cuando hay un buen año en Sinaloa, el jitomate baja de precio y llega hasta la Central de Abasto de Puebla. Cuando hay una buena producción, el precio es bajo porque no hubo ninguna afectación; mientras que, en el año 2019, las inundaciones en Sinaloa generaron una disminución del producto en el mercado y aumentó su precio”, destacó.

Del centro del país hacia el norte, se presenta algún nivel se sequía como en Coahuila, Sonora y Tamaulipas; mientras que en la zona centro y hacia el sur, en estados como Puebla, se registra una reducción de lluvias anormal, resaltó Juan Zamorano Mendoza, investigador de la Facultad de Agronomía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).

“En Puebla, no tenemos sequía, pero sí en algunas zonas, sobre todo del sur, se presenta un estado anormalmente seco, es decir, hay un poco menos de lo que normalmente llueve”, apuntó. 

Actualmente, los productores del campo en Puebla se encuentran en el proceso de comenzar a sembrar y si se sigue presentando una falta de lluvia, se registrarán afectaciones porque no se logrará la producción esperada. 

“Si se mantiene sin llover, se retrasará la siembra. Algunos agricultores se animarán a sembrar y si no llueve, van a perder sus cosechar. Las cosechas se realizarán hacia octubre o noviembre, entonces, el problema apenas está por venir. Ese es el problema que yo, realmente veo”, apuntó.

Juan Zamorano Mendoza destacó que la cultura de temporal es la más afectada en Puebla ante las variaciones de lluvia.

“En Puebla, 70 por ciento de la producción es de riego, entonces, en esas condiciones la producción va a seguir. Yo veo el problema en que, si no llueve, los mantos freáticos no son alimentados. Sin lluvia, los mantos freáticos registrarán una disminución de sus niveles”, destacó.

En la región de Atlixco, el agua puede ser extraída a 50 metros de profundidad, sin embargo, sin lluvias, el nivel se irá más abajo y llegará un momento, en los próximos 10 a 20 años, en que se puedan presentar problemas serios.

“La agricultura y la ganadería son las actividades que más agua ocupan. Nos tememos que mover, y debería haber programas para un uso eficiente del agua de riego. Ese tema lo traía la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Desafortunadamente, como es el gobierno federal, todo está igual”, resaltó.

 Ante el panorama, la producción del campo en Puebla debe reforzar el sistema de riego por goteo que permite mejorar los resultados en el campo y, al mismo tiempo, reducir el consumo del vital líquido, agregó.

Campesinos en Puebla. (Andrés Lobato)
“El cambio climático nos está trayendo problemas. En algunos lugares llueve mucho y en otros no llueve. Nosotros nos tenemos que estar moviendo hacia sistemas de riesgo más eficientes como el sistema por goteo. Deberían existir programas en el sector agropecuario para hacer más eficiente el sistema de riego y que los agricultores puedan regar por goteo o por aspersión. De esa manera, podríamos estar mejorando y haciendo más eficiente la producción”, finalizó.

mpl

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