El 26 de marzo de 2019 se decretó en el Diario Oficial de la Federación la creación y despliegue de la Guardia Nacional (GN), cuerpo de seguridad que funge como policía a nivel federal y que forma parte de la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador contra la delincuencia organizada en el país.
A nivel nacional, la Guardia Nacional cuenta con un total de 241 cuarteles, desde donde se realizan cuestiones básicas como el almacenamiento de armas y vehículos oficiales, oficinas de operación, planeación y ejecución de acciones para la seguridad, entre otros.
Cabe señalar que la preparación de elementos de la Guardia Nacional, la disciplina y entrenamientos físicos fueron puestos a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar); además, un gran número de agentes de primer nivel, junto a civiles, forman parte de las filas de esta dependencia.
Este cuerpo de seguridad comenzó sus operaciones en Puebla con un aproximado de dos mil efectivos y ocho cuarteles, además de que trabaja de forma constante con otras corporaciones de seguridad pública de los diferentes niveles de gobierno. Agentes como Pedrigón Barrientos aseguran que los sacrificios y esfuerzos por ser parte de esta institución son bien recompensados con el honor de velar por los mexicanos.
En Puebla, los ocho centros de operación de la fuerza civil para la seguridad pública se encuentran en los municipios de Tecamachalco, Acatlán de Osorio, San Martín Texmelucan, Huauchinango, Cuautlancingo, Puebla capital, Santa María Moyotzingo y Tepeaca, desde donde se despliegan los mil 915 elementos incorporados.
Actualmente se calculan cerca de 118 mil elementos desplegados en el territorio mexicano, sin embargo, se espera que para finales de este año se logre reclutar a 10 mil nuevo cadetes, con el objetivo de tener 128 mil 233 elementos.
De acuerdo con los informes de Transparencia proporcionados por la Guardia Nacional, en abril del presente año un grupo de mil 364 personas cumplieron con cabalidad las pruebas y procedimientos para contar con su adiestramiento final y ser parte de esta institución.
En las últimas semanas se ha discutido la situación de la Guardia Nacional, pues el Presidente envió al Congreso de la Unión la propuesta de que este cuerpo de seguridad sea controlado por la Sedena. Cabe señalar que, estadísticamente, cerca de 75 por ciento de los integrantes de los gendarmes ya son personal adscrito a la Marina o Sedena, por lo que de no aprobarse la iniciativa la fuerza podría quedarse solo con poco más de 32 mil 058 agentes.
Durante 2022, de acuerdo con la Sedena, la Guardia Nacional ha requerido de un presupuesto anual de 62 mil 825 millones de pesos, mismos que se dividen entre costos de operación y funcionamiento, vehículos, armamento, salarios y más necesidades para que la corporación pueda mantener activas sus tareas en temas de delitos federales como ataque a las vías de comunicación, trata de personas, falsificación de documentos, narcotráfico y robo de hidrocarburo, entre otros.
Sacrificio y honor
Para los elementos militarizados y con adiestramiento previo a su incorporación a la Guardia Nacional, factores como la preparación física, psicológica y social no les han sido ajenos al integrarse a un equipo de trabajo con formación de milicia. No obstante, 25 por ciento de civiles que conforman esta guardia ha vivido una adaptación prácticamente espontánea a diferentes procesos de trabajo y de vida que no se relacionan con su cotidianidad.
Pedrigón Barrientos Munguía, civil que se incorporó a las filas de la Guardia Nacional, afirmó que ingresar a esta dependencia ha traído sacrificios como el abandono de una vida social y la lejanía con sus familias, sin embargo, también hay honor por una ardua preparación y ahora forma parte de una fuerza de seguridad que vela por los poblanos.
“El aspecto psicológico más que nada, porque vivimos un cambio muy drástico de la vida civil a la vida militar. Entonces, pasamos de estar acostumbrados a pasar tiempo con la familia a de repente cambiar tu estilo de vida. Es algo que nosotros mismos extrañamos, pero que al mismo tiempo es parte de poder pertenecer a esta fuerza, lo que es un gran honor”, señaló Pedrigón como parte de los retos más grandes que le ha planteado la Guardia Nacional.
Proximidad social
La Guardia Nacional y la aceptación de postulantes civiles ha permitido a todos aquellos que soñaban o anhelaban pertenecer a una corporación de seguridad especializada a nivel federal ahora puedan lograrlo. En su caso, Pedrigón Barrientos señala que es el primer integrante de su familia que opta por una vocación relacionada con la seguridad pública. Por lo anterior, espera ser un aliciente para que nuevas generaciones vean en la Guardia Nacional una oportunidad para servir a su país con dignidad y honradez.
Del mismo modo, el guardia Barrientos señala parte de las acciones que realiza en la Guardia Nacional, como su participación en los ámbitos de seguridad y cercanía con la población en general, además de la preparación constante para combatir al crimen que le permiten superarse. Además, a través de nuevas capacitaciones, el agente desarrolla habilidades que le ayudan a lograr un ambiente de paz y seguridad en sus zonas de acción.
Asimismo, destaca el Plan de Asistencia a la Sociedad en Casos de Emergencia a través del Plan GN-A, con lo que se busca salvaguardar la vida, integridad, seguridad y bienes de los mexicanos en caso de emergencia, así como la labor de Proximidad Social con la que se promueven acciones de acercamiento a la ciudadanía, con la intención de conocer sus inquietudes, resolver problemas y generar vínculos de confianza entre la población y las autoridades.
En Puebla, además de los recorridos de seguridad para prevenir o combatir el crimen, la Guardia Nacional ha sido recibida en situaciones donde se requiere su apoyo para la búsqueda y localización de personas desaparecidas, resguardo y protección de familias en riesgo, combate al robo de hidrocarburos, traslado de reos e incluso en eventos donde la ciudadanía desconfía del resto de corporación es de seguridad.
AFM