Puebla llegará al 491 aniversario de su fundación el próximo 16 de abril con el reto de consolidarse como una ciudad universitaria en donde los saberes se trasformen en mejores realidades para los habitantes de la región sur sureste del país.
En el punto anterior coincidieron los investigadores de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), José de Jesús Hernández Roldán, académico de Formación Humanista y de la Maestría en Estudios Históricos; Juan Carlos Espina Von Roehrich, académico de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno y Juan Pablo Aranda Vargas, director del departamento de Formación Humanista, para quienes la angelópolis puede colocarse como un modelo de convivencia y disposición al diálogo para superar las diferencias.
José de Jesús Hernández Roldán, académico de Formación Humanista y de la Maestría en Estudios Históricos de la Upaep, explicó que, actualmente, las instituciones de educación superior reciben, por su calidad académica, a estudiantes de estados del sureste del país.
“Puebla va muy bien en el ámbito educativo. En la Upaep, hay gran cantidad de estudiantes de otras partes del país, así como en otras instituciones de educación superior. Puebla es una ciudad universitaria. Hay muchos estudiantes que vienen de estados del sur del país como Oaxaca, Veracruz y Chiapas. De alguna manera, lo que estamos haciendo, lo podemos mejorar”, apuntó.
Por su parte, Juan Carlos Espina Von Roehrich, académico de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno de la universidad de carácter privado, explicó que Puebla puede ser un ejemplo a nivel nacional de que, a pesar de las diferencias, se pueden impulsar proyectos que beneficien a la sociedad en general.
“Hoy tenemos la necesidad de llegar a acuerdos, de superar diferencias. La fundación de Puebla puede ser un motivo para colocar en el centro la disposición a dialogar. No olvidar nuestros derechos, no olvidar nuestras diferencias, pero si tenemos una disposición para dialogar, podemos avanzar”, explicó.
Señaló que, actualmente, la ciudad de Puebla mantiene retos tan grandes como los que había en el momento de la fundación del 16 de abril de 1531: levantar una ciudad en medio de la nada, colocarse a la vanguardia del desarrollo y ser ejemplo de un modelo de convivencia.
“Aunque Puebla fue planteada para una sociedad de españoles, la presencia indígena, la aportación indígena en la fundación es innegable. La ciudad de Puebla es un modelo de convivencia entre los españoles recién llegados, sus familias y los pueblos indígenas que portan con su mano de obra (…) Hay relatos de la forma en que los pueblos indígenas negociaban con los españoles. Calpan, Huejotzingo, Tlaxcala, serán pueblos que van a aportar su mano de obra a cambio de ciertas prebendas que negocian con las autoridades españolas”, apuntó.
Juan Pablo Aranda Vargas, director del departamento de Formación Humanista, destacó, actualmente, existe una crispación política en donde se presenta la necesidad de un diálogo en beneficio de la sociedad.
“Me parece que tenemos que llegar al diálogo. Estamos en una lógica de culpar a los demás. Estamos sufriendo un esquema en el que ya no sabemos cómo funcionan las instituciones”, resaltó.
AFM