Durante el incendio en la sierra de Arteaga de esta tarde, en Coahuila, grandes nubes se pudieron observar alrededor de la zona afectada, éstas son llamadas "nubes pyrocumulus", unas riesgosas y particulares formaciones que pueden generar mayor devastación. Su nombre, conformado por la unión de pyro (fuego) y cumulus (cúmulo), refiere a su origen, propio de incendios forestales o actividades volcánicas.
Las también llamadas “nubes de fuego”, debido a su aire cálido, poseen una dinámica similar a las tormentas eléctricas, y generan un ascenso de la temperatura y lluvia de ceniza; esta última se reporta desde hace algunas horas en las zonas aledañas al incendio, que se desarrolla en los límites de Coahuila y Nuevo León.
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Abimael Salas Garza, jefe del departamento de Meteorología de Multimedios y MILENIO, advirtió que este fenómeno puede crear nuevas tormentas que propaguen el incendio a grandes distancias en poco tiempo.
“Una de las características principales de estas pyrocumulus es que indican que es un incendio intenso, en este caso está muy ligado a las tormentas de fuego, que son incendios que se intensifican rápidamente en cuestión de minutos y que pueden afectar a cientos de hectáreas, y que generan temperaturas muy altas, su propio microclima debido a la intensidad del fuego”, dijo.
El meteorólogo destacó que con el avance presentado durante las horas de desarrollo del siniestro, las llamas empiezan a llegar a zonas pobladas, lo que pone en riesgo a los habitantes debido a las características de las pyrocumulus, que desatan una propagación constante. Por ello, hizo un llamado a seguir las indicaciones de las autoridades, pues de no evacuar a tiempo la gente puede quedar atrapada.
“Alejarse de estos incendios que ponen en riesgo la vida y que tienen ese potencial de avanzar en momentos dados a gran velocidad, sobre todo cuando se encuentran en cañones, por eso es muy importante evacuar todas las zonas cercanas”, alertó.
“Quedamos a expensas de las condiciones meteorológicas”
Salas Garza resaltó la importancia de conocer con la mayor exactitud posible cuál es la dirección de los vientos, pues esto determinará hacia dónde se moverá el incendio y, por ende, la estrategia a seguir, en una situación que se complejiza debido a las características del terreno.
“Bajo las condiciones actuales, donde las temperaturas son muy altas, donde el viento sopla con mucha fuerza debido a la sequía, la vegetación está muy seca, es muy difícil para el ser humano combatir un incendio de esta magnitud, quedamos a expensas de las condiciones meteorológicas”, comentó.
Añadió que el panorama puede ser más complicado durante las próximas horas, pues si bien es viable que con el descenso nocturno de la temperatura bajen las llamas, los fuertes vientos que hay en las altas zonas montañosas como la de la Sierra Madre Oriental, puede mantener la intensidad del incendio.
El meteorólogo detalló que este tipo de fenómenos es muy particular por la forma en la que se está llevando y tienen origen a consecuencia de otras situaciones que ya se han registrado como las sequías y bajas temperaturas.
“Ya les comentaba desde días anteriores que la situación no era nada alentadora, incluso peligrosa por la situación que se ha presentando en meses anteriores de sequía, las heladas que se observaron en febrero, el viento, las altas temperaturas eran condiciones propicias para que se desarrollaran estos incendios”, indicó.
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Ante lo que se está viviendo, recomendó a la ciudadanía abstenerse de realizar actividades al aire libre ante la ceniza que está cayendo. Algunas de las recomendaciones de las autoridades son tapar los recipientes que contengan agua potable, cerrar puertas y ventanas, en su caso taparse la cara con paños húmedos.
DMZ