Un día antes de lo previsto, una nueva caravana migrante procedente de Honduras llegó a la frontera entre México y Guatemala con el objetivo de llegar a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.
En esta ocasión, las puertas permanecieron abiertas y los migrantes pudieron acceder para iniciar el registro que les permita estar de forma regular y ordenada, así como obtener una tarjeta por razones humanitarias, con la cual podrán trabajar y contar con servicios de salud.
Para ello, el Instituto Nacional de Migración (INM) colocó una pulsera de papel plastificado con un código QR que contiene información de cada migrante, y que es fundamental para realizar todo el trámite migratorio que evitará su deportación.
Sin embargo, tras concluir el registro, la autoridad migratoria los devolvía a Guatemala, luego de que el albergue que se habilitaría en estos días en un estadio de futbol de Ciudad Hidalgo no estaba listo para recibirlos.
Nolvia Henríquez y su hijo Emilson, de 10 años, fueron los primeros en cruzar la línea entre México y Guatemala, con la esperanza de acortar su camino a Estados Unidos y obtener el tratamiento médico que requiere el menor, ya que en Honduras no hay.
Emilson, quien desea ser licenciado de grande, viajó durante cuatro días en silla de ruedas, debido a la distrofia muscular que padece; sin embargo, durante todo el trayecto mantuvo una sonrisa que motivó a su madre a hacerlo.
Atrás de ellos entraron varios grupos de migrantes provenientes de Honduras, El Salvador, Nicaragua y hasta Guatemala; un total de 969, de los cuales 145 eran niños y adolescentes.
No obstante, del otro lado de la frontera cientos permanecen a la espera de que llegue el grueso de la caravana para ingresar juntos, pues desconfían del proceso de registro que ha implementado el gobierno de México.
Tal es el caso de Antonio Hernández, quien fue deportado hace un mes desde Estados Unidos y al enterarse de que se integraría una nueva caravana, decidió sumarse para intentar cruzar hasta territorio estadunidense, donde se encuentran su esposa e hijas.
Antonio Hernández permanece junto a otros migrantes que pretenden ingresar, aunque algunos están en contra de registrarse y esperar los cinco días que les han comentado que tardará el trámite para que puedan entrar al país, pues aseguran que no quieren permanecer en el sur de México y buscan avanzar hasta el norte.
Al cierre de la jornada, Ana Laura Martínez, directora general de Control y Verificación Migratoria del INM, detalló que este programa se abrió exclusivamente para esta caravana, “es una excepción” para atenderlos con pleno respeto a sus derechos humanos.
Estos días más de mil personas trabajarán para analizar cada caso y entregar las tarjetas que les permitirán permanecer en el país durante 12 meses de forma regular, con opción a renovarse.
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HABLARÁN EBRARD Y POMPEO ESTE MES
El secretario de Estado estadunidense, Mike Pompeo, se reunirá a finales de mes con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, para tratar temas de migración y cooperación. Asistirán además “la OPIC (Corporación para Inversiones Privadas en el Extranjero) y el Departamento del Tesoro”, dijo la embajadora de México en EU, Martha Bárcena, quien detalló que se busca identificar proyectos financiables en el sur de México y Centroamérica.
Registran en Chiapas a migrantes, pero los regresan a Guatemala
Sin albergue. El estadio de futbol que habilitan para recibir a la nueva caravana aún no está en condiciones adecuadas.
Chiapas /
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