Un león africano de tres años de edad, que se encontraba encadenado y rodeado de cartuchos percutidos, fue hallado por militares en un inmueble ubicado en Escuinapa, Sinaloa, y rescatado por las autoridades en coordinación con la Unidad de Rescate del Santuario Ostok.
Con este caso, suman ya 11 grandes felinos asegurados desde septiembre en medio de la crisis de violencia que azota a la entidad.
Desde septiembre de 2024, la Unidad de Rescate de Ostok, en colaboración con la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), rescató cuatro leones y siete tigres.
“Las autoridades nos solicitaron de manera formal que lo rehabilitemos y resguardemos. Antes del viaje revisaremos que esté en condiciones físicas óptimas para ser trasladado y, una vez que lleguemos a Ostok, como lo hemos hecho con todos los felinos rescatados, lo pondremos en cuarentena para descartar cualquier enfermedad o padecimiento que requiera atención especial y así poder proceder a reunirlo con otros felinos”, señaló Ernesto Zazueta, presidente del santuario.
A través de un comunicado, Zazueta detalló que el Ministerio Público Federal, adscrito a la Fiscalía General de la República (FGR), aseguró el inmueble en Escuinapa y solicitó apoyo a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que a su vez pidió la intervención de la Unidad de Rescate de Ostok.
Once felinos rescatados en medio de la violencia
Con este león, la Unidad de Rescate de Ostok ha rescatado ya a 11 grandes felinos durante los operativos que buscan contener la ola de violencia que afecta a distintos municipios de Sinaloa.
Desde septiembre hasta la fecha, los felinos rescatados permanecen en el Santuario Ostok bajo “custodia temporal”. A pesar de que la situación de violencia no cesa, especialistas y cuidadores han garantizado su bienestar con recursos propios.
“Han sido meses muy, muy difíciles para todos en Sinaloa. Sin embargo, estamos contentos de poder ayudar y rescatar a estos maravillosos animales".
"Pero es verdad que mantener a 11 grandes felinos —cuatro leones y siete tigres— no es tarea fácil, sobre todo en medio de tanta violencia y cuando hemos perdido fuentes de ingreso como consecuencia de estos enfrentamientos, que han convertido a Sinaloa en un desierto lleno de miedo”, reconoció Ernesto Zazueta.
No obstante, afirmó que seguirán atendiendo el llamado de las autoridades y rescatando felinos o cualquier ejemplar de vida silvestre que se encuentre en riesgo.
“Pero sí necesitamos apoyo de la Profepa para poder resguardar y garantizar el bienestar de estos animales, que no la deben ni la temen”, advirtió.
La violencia en la región no solo ha afectado a la población humana, sino también a la fauna silvestre.
Los felinos rescatados fueron encontrados en condiciones extremas, algunos en propiedades abandonadas o en zonas de enfrentamientos, lo que ha puesto en riesgo sus vidas.
El trabajo de organizaciones como el Santuario Ostok y la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) representa un apoyo necesario para la fauna afectada, aunque la situación sigue siendo crítica en medio del conflicto que vive Sinaloa.
MO