El edificio ubicado en Hidalgo y Mártires de 1910 de Gómez Palacio, por sí solo representa parte fundamental de la historia de México, sus paredes guardan los ecos de quienes participaron en el movimiento revolucionario y que permanece de pie esperando ser reconocido.
Hoy alberga algunas piezas que cuentan parte de la historia, pero que aún los laguneros no han podido reconocer.
Darío Valenzuela Luna custodio y promotor del Recinto de la Revolución, dio a conocer que durante el presente periodo vacacional el edificio se mantiene con las puertas abiertas en un horario de 9:00 de la mañana a 2:00 de la tarde, sin embargo, aunque en teoría deberían tener más visitantes por los días de descanso, hasta el momento lamentablemente no se ha reflejado.
Para el profesor, los días normales de actividad escolar son mejores, ya que él mismo acude a las escuelas a hablar con los profesores para que lleven a los alumnos y además de conocer detalles sobre el movimiento revolucionario, también se brinda información sobre otros aspectos históricos relevantes de la ciudad.
“De alguna manera u otra está involucrada la crónica, entonces hablamos también de lo que tiene Gómez Palacio en cuanto a sitios históricos, como el árbol de la plaza, o el Emporio, así por el estilo”.
'El Recinto de la Revolución' está considerado como el inmueble en el que el día 20 para amanecer el 21 de noviembre de 1910, se reunieron los revolucionarios de la Comarca Lagunera para involucrarse en el movimiento armado, proclamado en el Plan de San Luis por Don Francisco I. Madero en contra de la dictadura de Don Porfirio Díaz.
En dicho lugar, siendo un templo bautista, los revolucionarios desarrollaban sus reuniones secretas. Actualmente, en el pequeño espacio se pueden observar algunos artículos de la época revolucionaria.
aarp