El Mercado “José Ramón Valdez” de Gómez Palacio, olió a platillos de cuaresma, aunque hoy su apariencia desoladora al ver locales cerrados y un mínimo ir y venir de personas, las principales preparaciones culinarias de los días santos, estuvieron presentes.
En los días de vigilia, previo al Domingo de Resurrección, es uno de los periodos más benéficos para la venta de alimentos preparados, como lo mencionó Anel Verónica, quien desde hace 18 años se dedica a vender comida corrida al interior del tradicional mercado.
De las cazuelas de barro sobre la barra de su local denominado “Comedor Mague”, se desprendían los olores del pipián, las tortitas de camarón, filete de pescado, los nopales con chile rojo, las lentejas, los chiles rellenos, las torrejas y por supuesto la capirotada, todo un abanico de colores que hipnotizan a todo aquel que pasa.
Lamentablemente en este 2020, fueron pocas las personas que se animaban a llegar hasta el área de alimentos, y debido a la contingencia por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad covid-19 impidió que las ventas se reflejarán como estaban acostumbrados en años anteriores.
“No se está vendiendo ni la cuarta parte”, mencionó con un tono de tristeza y preocupación.
Pero el temor empieza a hacerse presente, pues prevé que la semana entrante, será la más difícil y contempla hasta la posibilidad de cerrar su negocio.
La inversión para elaborar sus platillos representa entre mil o dos mil pesos, y desde hace casi un mes que empezó la contingencia, se han reflejado pérdidas.
El local de Anel Verónica, era uno de los tres que estaban abiertos este viernes Santos, de alrededor de quince que se encuentran en el área de alimentos del José Ramón Valdez y que no tuvieron otra alternativa que cerrar por la contingencia.
En “El Comedor Mague”, ofrecen los platillos a 60 pesos, y aunque este sábado ya no ofrecerá comida de cuaresma, aún se resiste a cerrar, y contempla para este día ofrecer platillos como chiles rellenos, caldo de res, filete de pescado, entre otros.
EGO