Debido a los graves daños ambientales y a la salud que ha provocado la operación de la Presa Endhó en el Valle del Mezquital desde hace 46 años, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) emitió una declaratoria de restauración ecológica en las comuninades ribereñas de la presa.
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Ésta recibe las aguas negras de la Ciudad de México, donde también se combina la presencia de cuatro cementeras y la refinería de PeMex que generan altas concentraciones de mercurio, arsénico, plomo, bario y de fenoles.
"El resultado es que tenemos innumerables enfermedades y problemas de salud que hacen esta región prácticamente inevitable en el sentido de una vida digna", sostuvo Víctor Toledo.
Toledo explicó que aún no se cuenta con la estrategia para restaurar el sitio ya que después de la declaratoria viene el análisis en coordinación con el gobierno de Hidalgo, la Secretaría de Salud y con las entidades correspondientes.
"Hablamos de restauración ecológica, que surge de una emergencia sanitaria. Estamos ya formando un grupo coordinador que se va a dedicar a ver cada problemática, el tema de la presa, el de los pozos, de las cementeras, las caleras y hay que trabajar con especialistas, con expertos, con técnicos antes de poder dar una solución, no es una cosa fácil, y después que tengamos el diagnóstico preciso de las soluciones, entraremos a la concertación con las otras instituciones", continuó el secretario.
Toledo Manzur dijo que a diferencia de los anteriores gobiernos, esta administración sostuvo un diálogo con el Movimiento Social por la Tierra para escuchar sus demandas, y quedó de manifiesto la grave situación que prevalece en la región de Tula y otros municipios.
Aseguró que como este caso, se irán atendiendo otros problemas como el de las presas La Parota o Zapotillo, pues existen al menos 500 conflictos ambientales provocados por la proliferación de mega proyectos como minería, producción de hidrocarburos, gas y fracking, que han generado desequilibrios locales y regionales.
"La Presa Endhó, que recibe las agua residuales de la Ciudad de México, se encuentra en situación deplorable dónde existen altos niveles en las aguas y en muchos de los pozos de alrededor hay elevados niveles de mercurio, arsénico, plomo de bario y fenoles que generan enfermedad en los alrededores de la población. No solamente es la contaminación del agua, sino del aire", dijo el secretario, Toledo Manzur.
Sostuvo que en la Cuarta Transformación el tema ambiental ya no puede quedar como un tema decorativo.
“Debemos enfrentar de manera contundente las problemáticas”, con lo que la secretaría inicia una nueva época en la que hace efectivas sus facultades legales para actuar en colaboración con las instituciones pertinentes de los tres órdenes de gobierno.
El Movimiento Social por la Tierra resaltó que la principal función de la presa Endhó desde 1973, es recibir las aguas negras que provienen del emisor central del drenaje de la Ciudad de México y del corredor industrial Cuautitlán-Tepejí-San Juan del Río y, a su vez, distribuirlas a los distritos de riego 003 de Tula y 100 de Alfajayucan, que abarcan una superficie de 85 mil hectáreas de tierra.
Las aguas residuales llegan sin tratamiento de ningún tipo, con una composición de 47 por ciento de desechos industriales y 53 por ciento de desechos domésticos. Mientras que 17 mil 500 personas afectadas, de las cuales 5 mil son indígenas.
Además de la declaratoria, demandan el saneamiento de las aguas negras de la presa y el establecimiento de las plantas de tratamiento que desde finales de los 70 les prometieron.
También exigen la dotación de agua de riego agrícola para 5 mil hectáreas de las comunidades ribereñas, y el saneamiento o reposición de los pozos de agua potable contaminados.
Un programa especial de salud para las comunidades, la construcción de un hospital especializado; y la creación de un fideicomiso publico con representación social e institucional para la definición y ejecución de las acciones ambientales y sociales de la presa Endhó.
DVGR