Los precios de los productos de los alimentos siguen en aumento porque se presentan por una combinación de factores internos y externos que afectan los procesos productivos, ante lo cual, un plan contra la inflación como el que puso en marcha el gobierno federal está condenado al fracaso.
José Juan Zamorano Mendoza, director de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), quien resaltó la necesidad de poner en marcha programas de subsidio por productividad.
El denominado Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) del gobierno federal para garantizar precios justos en los productos de la canasta básica, no puede estar basado en querer controlar los aumentos de los productos como ya sucedió en sexenios pasados, explicó el investigador.
Para Zamorano Mendoza, el camino para contrarrestar la inflación es aumentar la producción de alimentos a partir de esquemas de apoyo al campo por productividad, similar a lo que sucede en otros países como España, Japón y Estados Unidos.
“Es un error por parte del gobierno federal querer entrar en políticas económicas que no han funcionado. ¿Qué si funciona a economías abiertas, a España, a Japón? En Japón, se promueve la producción con subsidios, apoyos. Así hace Estados Unidos, España y países desarrollados. Subsidian, en ese sentido, subsidian al productor, pero no subsidian por hectárea como se hizo en el sexenio de Salinas de Gortari, subsidian por productividad. Esto es, si tu produces una tonelada más de maíz, de la que estabas produciendo, entonces, te voy a dar un apoyo económico directo, por parde del gobierno”, destacó el investigador.
El llamado plan antiinflación del gobierno federal que incluye una reserva estratégica de maíz con recursos de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex); precios de garantía en maíz, frijol, arroz y leche para afianzar la producción a nivel de pequeño productor y el fortalecimiento del Programa de Abasto Diconsa y Liconsa, resulta insuficiente, destacó Zamorano Mendoza.
“Me parece que el gobierno federal debería estar pensando en mecanismos que han funcionado en otros países. A veces, se dicen que los estímulos no son buenos, pero cómo se estimula a los productores. Hay que orientar los esfuerzos del gobierno federal a dónde realmente puedan funcionar y no seguir modelos de países en donde no han funcionado o como ya se hizo en el pasado que no funcionó”, apuntó.
Señaló que los precios de algunos productos del campo se están regularizando como es el caso del limón que llegó a 60 pesos por kilogramo; sin embargo, existen otros que siguen aumentando como el aguacate que ya superó los 100 pesos por kilo
“El limón, lo llegamos a tener a 60 pesos, el kilo se está regularizando, ya anda en 30 pesos. Ahora, está muy caro el aguacate y tiene que ver con temas de exportación, temas de clima y hasta con el tema de la delincuencia organizada porque está presente en Michoacán, uno de los principales productores que se ve afectado”, destacó.
AFM