Por incidentes de violencia contra las mujeres, se atendió en los primeros cinco meses del año, un promedio diario de 74 llamadas de emergencia en Tamaulipas. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) informó que estas peticiones de apoyo fueron a través del 911, donde se brindó una ayuda integral a las víctimas y se les orientó para poder denunciar.
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En dicho indicador, la entidad tuvo una tasa por cada cien mil mujeres menor al promedio nacional. Los diez estados con la media más alta fueron Chihuahua, Ciudad de México, Morelos, Estado de México, Chiapas, Jalisco, Puebla, Campeche, Hidalgo y Guanajuato.
En contraparte, dentro de las diez entidades con el menor promedio aparecieron Nuevo León, Sinaloa, Durango, Tabasco, Veracruz, Yucatán, Querétaro, Nayarit, Oaxaca y Michoacán. Sin embargo, en el mismo periodo, la Fiscalía General de Justicia del Estado solo recibió 3 mil 527 denuncias penales por violencia doméstica y 219 por violación sexual, sin que se especifique la cifra en el resto de los delitos que motivaron llamadas de auxilio al 911 en los primeros cinco meses del año.
Cada mes, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública pone a disposición de la sociedad los datos estadísticos sobre violencia contra las mujeres para conocer la magnitud, tendencia y ubicación geográfica de las conductas y acciones que atentan contra este grupo de la población.
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La ex procuradora de Protección a Mujeres, Niñas, Niños y Adolescentes del DIF Altamira, Gabriela Ibarra, señala que en los delitos de tipo sexual contra el género femenino, persiste la “cifra negra”. Así se conoce a todos los actos delictivos que no son denunciados ante el ministerio público o no son objeto de una carpeta de investigación y por lo tanto no aparecen en ninguna estadística, señaló.
“Debido a ello, no hay consecuencias legales para los delincuentes y se alimenta la impunidad”, dijo la abogada.
En las unidades generales de investigación que sustituyeron a las agencias del ministerio público, no existe la debida capacitación para brindar atención con enfoque de género y se termina muchas veces revictimizando a las mujeres en vez de garantizarles el acceso a la justicia, lo que demanda corregir.
VLSS