Lo que era una simple protesta con una manta con la leyenda "Amistad Sí, Muro No" para frenar el reemplazo del muro fronterizo, se convirtió en un acto de resistencia de activistas en favor de migrantes que se encadenaron a los barrotes de la muralla metálica en la zona de Playas de Tijuana.
Daniel Watman, uno de los activistas involucrados, en su deseo de que se detenga la obra, comentó que "estos muros no deben estar aquí en un parque de la Amistad, especialmente bajo la administración de Biden, que sostiene que los muros no funcionan”.
Oponerse a que el muro quede al doble de alto, pone en mayor peligro la vida de los migrantes porque ahora, más intentarán cruzar por el mar en esta área, planteó.
Joe Biden dice que debe usarse el recurso para lo que se asignó, pero el estadunidense Watman sostuvo puede modificarlo y transferir ese dinero a un parque, como era antes esa área fronteriza de San Diego.
Las estadísticas revelan que los cruces han aumentado en un 31 por ciento en lo que va del año 2023.
Graciela Zamudio, directora de Alma Migrante, declaró que "el enemigo no son las personas en contexto de movilidad, el enemigo son las autoridades que violan los derechos humanos y abusan de su poder."
La protesta atrajo la atención de la Policía Municipal. Los elementos cuestionaron a los activistas encadenados para conocer sus motivos.
Irving, otro de los activistas, destacó la necesidad de acciones pacíficas que fomenten la conciencia y generen una oposición al muro, que consideran vergonzoso y responsable de la pérdida de vidas.
ROA