Apoyo psicológico, traslado, un refugio temporal, acompañamiento legal y apoyo, es lo que las mujeres en situación de violencia pueden obtener dentro de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), con solo una llamada al 911.
La DSPM de Torreón, un terreno fortificado por una gran barda de piedra, un lugar frío a simple vista, alberga en su interior un espacio que busca ser seguro para niños, niñas y personas vulnerables, pero sobre todo para todas las mujeres que pasan o pasaron una situación donde fueron violentadas.
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Localizado sobre el Periférico Raúl López Sánchez, a la altura de la avenida Bravo, dentro de la colonia Amistad, la DSPM tiene en su interior la unidad de atención a víctimas de violencia familiar y de género, un espacio con colores cálidos, alegre a la vista, donde las mujeres son recibidas tras recibir alguna agresión.
El contraste de la fachada de la DSPM con el interior de la unidad es mayúsculo, dentro de esta, las mujeres primero llegan a un área de descanso, donde se busca puedan calmarse, ser más receptivas emocionalmente, entender la situación por la que están pasando y recibir una terapia breve de emergencia, con la que puedan tener una contención, en dado caso de que estén en una situación de crisis.
Además de este espacio, la unidad está conformada por un área de juegos, por si la víctima va acompañada de sus hijos, donde además de haber juguetes, el personal de la dependencia se encarga de jugar y cuidar a los pequeños mientras su madre es atendida.
Cuando las mujeres que llegan están en una situación de riesgo inminente, pueden quedarse dentro de la unidad, pues esta cuenta con un refugio transitorio, es decir, una habitación con dos camas donde mujeres e hijos pueden pasar la noche.
Dentro de la unidad también hay un lactario, espacio para que las madres puedan amamantar tranquila y privadamente a sus bebés, además el espacio cuenta con un área para cambiar pañales, calentar biberones y con un pequeño refrigerador.
La encargada de la unidad de atención a víctimas de violencia familiar y de género es Graciela Caballero, quien detalló que del primero de enero a la última semana de febrero del presente año, 52 mujeres reportaron ser víctimas de violencia familiar y pidieron ayuda.
¿Qué tipo de casos son más frecuentes?
De las 52 mujeres atenciones, 45 fueron adultas y 7 niñas, quienes señalaron presuntos abusos, violaciones y maltratos físicos por parte de algún familiar, por lo que fueron atendidas y trasladadas en compañía de sus madres para atención jurídica y psicológica.
El 2020 ya suma un 14% del total de reportes que la unidad atendió el año anterior, pues el 2019 cerró con 357 mujeres víctimas de violencia que reportaron su situación a la Policía, donde 313 fueron adultas y 44 niñas.
Retomando las cifras del 2020, 52 atenciones por parte de la unidad de atención a víctimas de violencia, 22 fueron canalizadas al Centro de Justicia para la Mujer y presentar su denuncia, otras 16 decidieron no denunciar y fueron canalizadas a atención psicológica, el resto no se retiró del lugar con los policías.
Terapia psicológica y de pareja
En estos casos, donde la mujer decide no denunciar y el agresor es su pareja, la dependencia les brinda la opción de terapia de pareja, donde el hombre agresor también lleva una atención psicológica.
La encargada de la unidad, Graciela Caballero lamentó que este espacio y atención no sea conocida por toda la ciudadanía, pues muchas mujeres desconocen las atenciones y el apoyo que pueden recibir de la autoridad en caso de ser víctimas de violencia.
“Es importante mencionar que no nada más atendemos a mujeres víctimas de violencia, atendemos a niños, niñas, adultos mayores, a personas con discapacidad y a toda persona que esté en una situación vulnerable y situación de riesgo, de violencia, pero desafortunadamente son más los auxilios en atención a las mujeres”, destacó.
¿Qué pasos hay que seguir para recibir ayuda?
En palabras de la encargada, la unidad tiene un protocolo de actuación muy definido, donde acuden al lugar, contienen a la víctima y posteriormente le dan acompañamiento. Es ahí donde el proceso comienza y la afectada puede hacer uso de las instalaciones, donde reciben una contención emocional, apoyo psicológico, asesoría legal y acompañamiento al Centro de Justicia para la Mujer, para que presente una denuncia y si es necesario, que soliciten también una medida de protección.
Es importante mencionar que en caso de no realizarse un reporte en su momento, las víctimas pueden acudir por su propio pie a la DSPM, donde los elementos les brindarán la misma atención, además que si se hace la llamada, esta será atendida cuentas veces se realice, es decir, si la mujer pide ayuda 10 veces en un día, 10 veces deberá acudir la patrulla.
“Frecuentemente trabajamos por medios de auxilios, la mujer víctima de violencia reporta cuando ya tiene una problemática física, que generalmente son los que nosotros atendemos a través de los auxilios, es menos frecuente que lleguen aquí directamente a Seguridad Pública pero aún así ya últimamente si han estado llegado aquí por su propio pie”.
Una vez dentro de la unidad, la afectada sola o con sus hijos, podrá hacer uso del refugio temporal en caso de estar en una situación de riesgo inminente o de no tener otro lugar a donde ir. Dado que el refugio es transitorio, la DSPM le brinda dos opciones a la víctima, buscar a algún familiar o red de apoyo donde pueda permanecer segura o ser trasladada a un albergue permanente como lo es 'Musa', que fue creado para mujeres en situación de violencia.
Finalmente Graciela Caballero invitó a las mujeres a denunciar y a no quedarse calladas, recordándoles que no están solas y que la Policía Municipal cuenta con este espacio diseñado por y para ellas.
“Invitando a todas las mujeres que presentan o que están siendo víctimas de violencia que reporten, que hagan un alto a su vida, que hablen, hay líneas de emergencia en donde podemos atenderlas inmediatamente en el momento en que ellas decidan salir”.
“Entendí que la policía no sólo detenía personas”
"Ana" tiene 29 años, vivió junto a su novio un par de meses, hasta que en una ocasión él la agredió cuando estaba alcoholizado, ella llamó a la Policía y recibió ayuda.
Por temor a represalias, no proporcionó su nombre verdadero, por lo que decidió llamarse Ana para la entrevista.
Argumenta que de su ex novio no volvió a saber nada y le gustaría seguir así. Ana recuerda que después de una larga relación decidió irse a vivir con su novio, todo parecía ir bien hasta que un día durante una pelea él la agredió físicamente, relata que primero fueron gritos, después empujones y jaloneos, hasta que finalmente le lanzó un golpe a la cara.
“La verdad nunca había sido violento, no quiero justificarlo pues yo ya no estoy con él, pero yo nunca me esperé esa reacción, sé que mi caso es muy diferente al de otras mujeres que viven relaciones así durante más tiempo, pero esta es mi historia”.
Relata que esa noche, asustada por el golpe, se encerró en el baño y llamó a la Policía, pues temía que su novio la siguiera golpeando. Una patrulla de la Municipal llegó al poco tiempo, ella tardó en salir, pero los elementos permanecieron en el lugar tocando la puerta.
“Mi ahora ex novio estaba en el cuarto y no salía, yo asustada me salí del baño y le abrí la puerta a los policías, les dije lo que había pasado y me pidieron permiso para entrar a detenerlo, les dije que sí y uno entró, el otro se quedó conmigo y por su radio pidió ayuda”.
Ana señala que al escuchar que pedían ayuda se imaginó a más policías por si uno solo no podía detener a su pareja, no creía que la ayuda sería para ella.
“Llegó una segunda patrulla y me dijeron que eran de la unidad de víctimas, una mujer elemento me ayudó a tranquilizarme, me dijo que si eso ya había pasado antes y le dije que no, me preguntaron que si tenía algún lugar a donde ir y fue ahí cuando supe que podían llevarme con ellos a un refugio temporal, además de que ellos me podían acompañar a poner una denuncia o canalizarme con un psicólogo si era necesario”.
La joven señala que no quiso irse con los elementos al refugio, dice que sintió que no era necesario, pero les pidió que se llevaran detenido a su pareja, después sacó algo de ropa de la casa y los policías la llevaron en la patrulla hasta casa de sus padres.
“Me sentí segura, la verdad yo solo quería que se lo llevaran, no sabía que ellos me podían ofrecer ese apoyo y esa ayuda, incluso el darme ‘ride’ con mis papás me sorprendió, yo pensaba que los Policías solo estaban para detener personas, pero entendí que pueden dar más apoyo que eso”.
Finalmente Ana señala que cuando a ella le pasó, al final del día se sintió tranquila de saber que la autoridad estaba de su lado, por lo que espera que toda mujer que esté siendo víctima de violencia también pueda sentir esa seguridad cuando se anime a denunciar.
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