Han pasado dos años del primer contagio de covid-19 en Puebla, una enfermedad que ha impactado por completo a todos los integrantes de la sociedad. Nadie se salvó de sus estragos aún y cuando la mayoría de la población no se ha contagiado.
Pero hay quienes han echado mano de su vocación y profesionalismo para tratar de revertir la pandemia, incluso al arriesgar su propia vida o al dedicarse de tiempo completo a encabezar la estrategia de contención, mitigación y prevención en el estado con el único objetivo de salvar la mayor cantidad de vidas y volver a la normalidad lo antes posible.
MILENIO Puebla platicó cara a cara con José Antonio Martínez García, titular de la Secretaría de Salud (Ssa) estatal, quien confesó cómo ha vivido el día a día desde que asumió el cargo el 11 de junio de 2020, en pleno pico de la primera ola de contagios, por instrucción del gobernador Miguel Barbosa Huerta.
"Como se ha sentido uno, se cansa uno, es una situación de muchísimo estrés, muchísimo compromiso en cada oleada cuando empieza a llegar el acme o todavía no empieza a bajar. Es bastante tiempo, hay que estar disponible las 24 horas durante mes o mes y medio porque dormimos muy poco más el trabajo del día a día, me siento satisfecho hasta el momento, ya empezamos a ver la luz al final del túnel pero no hay que bajar la guardia".
Fiel a su bata blanca, su traje azul de cirujano y la enorme carpeta con todas las cifras del virus, el 'Doctor Martínez', como la mayoría de la gente lo reconoce, compartió como es que se convirtió en el hombre de mayor confianza del mandatario para el manejo de la pandemia en Puebla, lo que también le ha valido el reconocimiento de la clase política, el sector privado y la ciudadanía en general.
"En enero (de 2020) yo estaba de operativo y sí me mandaron a traer del quirófano: 'Véngase doctor, échenos la mano'. Nosotros ya veníamos interactuando con el exsecretario de Salud (Jorge Humberto Uribe Téllez) porque fuimos los que diseñamos la reconversión hospitalaria y hacia qué hospitales debíamos reconvertirlos y toda la logística. A partir de ahí ya estábamos inmersos en la pandemia, ya posteriormente tomó una decisión el gobernador, lo vio como una fortaleza el cambio y desde ahí estamos con toda la confianza".
Afirmó que se mantendrá en su cargo hasta que el gobernador Barbosa le pida que se retire para dar paso a alguien más, pero si eso no sucede, seguirá firme en sus convicciones de profesional y ser humano.
"Siempre transparentes, honestos y bien éticos, eso es lo que nos caracteriza y así nos mantendremos hasta que el gobernador nos diga: 'Ya doctor, ahora necesitamos a otro tipo de gente'".
El secretario de Salud reconoció que ha habido momentos muy complicados en los que la desesperación y el temor comienzan a apoderarse de él, principalmente ante la escasez de insumos y medicamentos elementales para el manejo y recuperación de pacientes con coronavirus.
Uno de ellos ocurrió durante la segunda ola de contagios, entre diciembre de 2020 y enero-febrero de 2021, cuando Puebla registró niveles nunca antes vistos en hospitalización por el virus y tenía la obligación de evitar el colapso del sector salud poblano.
"En todo el sector salud, incluyendo públicos y privados, teníamos para mil 612 camas y llegamos a tener mil 580 pacientes, llegamos a decir que si seguía eso se iba a ver un escenario apocalíptico, lo que no queríamos, pero afortunadamente empezó a disminuir la curva epidemiológica y nos dio un respiro".
Agregó que: "En aquella época empezaba a escasear todo y yo creo que es lo peor que puedes sentir y más como médico por la frustración de poder brindar, imagínate tener un tubo (en la garganta) y que no estés sedado, pues lo sientes, ahí estuvimos a punto de desesperarnos pero no llegó a más".
Martínez García enalteció la labor de quienes trabajan de tiempo completo en las "áreas covid" de los hospitales.
CHM