La violencia en la Sierra Fronteriza no cesa, la guerra provocada por los grupos del crimen organizado ha dejado en medio de los enfrentamientos a la población, quienes no dejan de ser acechados y obligados a formar parte de las barreras humanas que se generan para hacerle frente al grupo contrario.
Pero la inseguridad continúa ponderando en esa zona del estado sureño del país, principalmente en los municipios de Frontera Comalapa y Chicomuselo, donde recientemente se reportó el reclutamiento forzado de jóvenes y menores de edad en los pueblos y comunidades.
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Reclutamiento casa por casa
En este contexto de inseguridad, las organizaciones de la sociedad civil a través de la Red TDT “Todos los derechos para todas y todos”, lanzó un llamado de auxilio al presidente Andrés Manuel López Obrador, para detener el “clima de miedo y terror” por la que atraviesan las mujeres, niñas, niños y hombres.
En un escrito las organizaciones defensoras de los derechos humanos exponen que de acuerdo con testigos desde hace 15 días “uno de los grupos criminales está pasando casa por casa, barrio por barrio para avisar que todas y todos estaban reclutados para ir a las reuniones”, por lo que de no asistir hay amenazas, extorsiones, despojos de propiedades, desplazamiento forzado, castigos físicos y asesinatos.
Desde el pasado 25 de agosto la Red TDT alertó acerca del incremento de enfrentamientos entre grupos de la delincuencia organizada que se disputan el territorio de la sierra y la frontera de Chiapas, específicamente en las inmediaciones de la cabecera municipal de Chicomuselo, donde se llevaron a cabo elecciones extraordinarias para elegir a las autoridades municipales.
Sin embargo, ese mismo día en el barrio Reforma municipio de Bejucal de Ocampo, un grupo armado asesino entre 5 y 10 personas civiles por abstenerse a formar parte de sus filas, en tanto que el 4 de septiembre los enfrentamientos se recrudecieron en la periferia de Frontera Comalapa, al igual que el jueves en los ejidos Emiliano Zapata y San José las Chicharras, municipio de Bellavista, así como en Frontera Comalapa.
“La población se encuentra refugiada en sus casas, sin posibilidad de salir, confinada por la delincuencia organizada. Todas las entradas y salidas están bloqueadas, no hay acceso a alimentos básicos, y escasez de lo poco que logran conseguir. No hay acceso a servicios básicos, como salud y educación pública.”, exponen en el documento.
Ante este escenario de violencia las organizaciones piden la construcción de un corredor humanitario que garantice la salida de la población civil cautiva por los grupos de la delincuencia organizada, con el fin de salvaguardar la vida e integridad física y psicológica de los barrios, ejidos y comunidades de Frontera Comalapa y municipios vecinos para evitar hechos de difícil reparación.
Asimismo la implementación de acciones para brindar – atención integral a la población civil que huye por la violencia extrema, poner en marcha rutas de investigación y desarticulación de los grupos armados y garantizar la vida e integridad física de la población civil que se encuentra asediada por los ataques y enfrentamientos en la zona.
Grito de auxilio de la iglesia
Durante una misa el padre Miguel Cardona Valdivia, párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de Tuxtla Gutiérrez, expresó su preocupación por la creciente violencia en Chiapas, por lo que acusó un vacío de poder y gobernabilidad frente a las acciones del crimen organizado en la región de la Sierra.
“Nosotros vivimos en las comunidades, nuestros sacerdotes están en las comunidades rurales y ellos están viviendo y sufriendo esto. ¿Cómo que es mala voluntad de los medios de comunicación? Ay, Señor. Ay, señor mío. Que ganas de tenerte aquí enfrente. ¿No? Para despreciarte, para si ya sabes los datos”, precisa.
Agrega que la iglesia no está de acuerdo “con esa situación”, por ello dijo que “si no pueden gobernar, pues que digan, pero que por lo menos acepten que no pudieron”, asevera mientras pide a los feligreses orar por las autoridades y por los habitantes que hoy se encuentran en sufrimiento ante la guerra de los cárteles.
En tanto monseñor Rodrigo Aguilar, obispo de la Diócesis de San Cristóbal y administrador de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, aseguró que las personas de las comunidades “son usados como escudos humanos en los enfrentamientos de los carteles, viven en situaciones de esclavitud al no poder transitar libremente por sus comunidades, son obligados para estar en los retenes – llamados filtros - que los carteles mantienen en las comunidades, tienen que pagar una cuota impuesta por la autoridad de su comunidad en caso de no poder estar en los filtros, son obligados a guardar silencio ante la muerte y desaparición de algunos de sus familiares, carecen de alimentos y viven en la incertidumbre de lo que puede pasar al día siguiente”.
Refuerzan seguridad en la sierra
Para la zona fronteriza con Guatemala, arribaron a Chiapas 600 elementos del Ejército Mexicano, debido “a la presencia de los grupos generadores de violencia y alteración del orden social que ponen en peligro la integridad y seguridad de la ciudadanía”.
Los elementos se desplegaron en los municipios de la Sierra Fronteriza, integrados por La Trinitaria, Frontera Comalapa, Chicomuselo, Siltepec, Mazapa de Madero, Bejucal de Ocampo, Amatenango de la Frontera, Bellavista, Capitán Luis Ángel Vidal, El Porvenir, La Grandeza y Motozintla.
CHZ