“No te vayas Javier, no nos dejes” era el grito desgarrador de la madre y hermana de Francisco Javier Tirado Márquez, joven estudiante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), durante el sepelio realizado hoy en Xalapa.
Abrazadas al ataúd, se resistían a dejar ir a Javi Tirado, quien junto con dos estudiantes colombianos más y un taxista, fuera asesinados en Huejotzingo, Puebla.
Una bandera de Colombia y una playera de fútbol de la selección de aquel país, cubrían el ataúd blanco.
Después de ser velado en funerales Bosques del Recuerdo y asistir a una misa de cuerpo presente en la iglesia María Madre, la familia y amigos del estudiante xalapeño llegaron al cementerio.
Cruz de Olvido, El Rey, Las Golondrinas, Amor Eterno y otras canciones fueron interpretadas por un grupo de mariachi que hacían flaquear al más duro.
“No hay palabras para explicar lo que nos hicieron, a la familia nos quitaron el motor de nuestra vida y exigimos justicia; únicamente mucha justicia, esto no se puede quedar así en este país tan podrido en el que estamos viviendo. Javi regresó de Colombia y solo regresó a que me lo mataran y él no merecía eso, era un buen hermano y el mejor de todos, un buen hijo, un buen amigo y un excelente estudiante”, dijo Cindy Tirado,hermana del estudiante asesinado.
Agregó que no conocen nada de las investigaciones del caso “hasta ahorita la fiscalía de Puebla no nos ha dado ninguna información realmente relevante, lo que conocemos es por comentarios, especulaciones, por pláticas, pero realmente algún informe a la familia no se nos ha brindado”.
Javier acababa de iniciar su servicio social hacía tres semanas en una clínica cercana de dónde fue hallado muerto.
Soñaban terminar e irse de vuelta a Colombia, para hacer su especialidad allá, pues “quedó enamorado de Colombia” a dónde fue de intercambio durante sus prácticas.
El padre del joven, Francisco Javier Tirado trabajador de la Coordinación de Comunicación Social del gobierno del Estado expresó que fue gracias al apoyo de la Universidad poblana que pudieron darle celeridad a los trámites para el traslado del cuerpo de su hijo.
Durante la misa, el párroco de la iglesia María Madre dijo que estamos en una situación todos de indefensión “nuestra patria está pasando por una situación muy crítica, y ninguno de nosotros podemos decir que estamos a salvo, dios nos ayude”.
ledz