Una mujer gritando y llorando se aferró al brazo del presidente Andrés Manuel López Obrador para exigir justicia, “me mataron a mi hijo”, en tanto parte de los asistentes lanzaban abucheos escandalosos, le gritaban “¡fuera! ¡fuera!” al gobernador de Durango, José Rosas Aispuro Torres, quien estalló plena entrega de Programas Integrales para el Bienestar.
En dos ocasiones Aispuro Torres interrumpió su discurso de solicitud de mejoras para La Laguna, y con ello también contribuir acabar con la corrupción. “¿Ustedes me dicen a qué horas terminan para seguir diciendo al presidente lo que se necesita?”,y luego agregó “¿Puedo terminar ?, ¿Sí?, insistió tras asegurar que él sí tiene valor para dar la cara.
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“Más allá de las palabras porque las palabras, muchos de ustedes, vienen y gritan acá y cuando tienen que dar la cara no tienen el valor para hacerlo. Yo sí lo tengo y puedo hablar de frente porque no le debo nada a nadie, porque no me he robado ni un centavo, le puedo hablar a todo mundo de frente”.
Y agregó: “Ustedes muchos de los que aquí están representan intereses oscuros y no tienen la calidad moral para dar la cara”.
En la entrega de los Programas Integrales para el Bienestar en la Unidad Deportiva ‘Francisco Gómez Palacio’, López Obrador les dio un ligero regaño, “ya chole”, con las faltas de respeto a la autoridad y convocó de nuevo a la unidad para crear desarrollo en La Laguna, acabar con la pobreza y la corrupción, mejorar la calidad de vida de los duranguenses.
También convocó a los presentes a levantar la mano para decidir si se construye o no el Metrobús. Así determinó cancelar esa obra y luego sometió a votación a mano alzada en qué se destinaría ese recurso, la gente votó por agua y después por construir el hospital que quedó en infraestructura y carente de medicinas, equipo y personal para operar.