Sigifredo Noriega, Obispo de la Diócesis de Zacatecas, bendijo esta navidad la gigantesca escultura de siete metros de altura del Santo Niño de Atocha instalada en la comunidad de Plateros de Fresnillo; con este acto religioso de manera oficial ya es considerado como un lugar de oración.
Las autoridades civiles agradecieron a la familia Romo cuyo donador de la escultura falleció a la mitad de la elaboración de la colosal imagen, pero marcó el camino para la construcción de este nuevo espacio de turismo religioso, el proyecto fue rescatado por la administración municipal encabezada por el alcalde Saúl Monreal.
“Vamos a poner una velaría, vamos a hacer la zona peatonal para que puedan tener acceso todos los peregrinos, va a ir transformándose este gran proyecto, un proyecto para todos y que además de venir a la visita de nuestro Santo Niño de Atocha, a su iglesia, a su santuario también va a ver la oportunidad de venir aquí a ver al Santo Niño más grande del mundo… Santo Niño de Atocha”, expresó el presidente municipal.
Desde el primer día de la develación de esta imagen han llegado devotos de todas partes del país, desde el municipio de Sombrerete Alma Pérez, manifestó su alegría por la concentración de fe que reunió la gigantesca escultura:
“Se me hace muy bonito y me admira la fe que tiene la gente de subir hasta acá, muchísima gente y muchas veladoras y muchas flores y me parece algo bonito para el municipio para que le de mucho turismo”, dijo.
Por su parte, Josefina Sánchez se desplazó desde Veracruz junto a otros peregrinos para estar presente en la bendición de la escultura:
"Devota del Niño Dios, yo no soy de acá soy del estado de Veracruz y me vine a encontrar con que aquí es Plateros y aquí está el Niño Dios y la verdad para mi es muy grande esta fiesta, es muy bonito”, agregó.
La imagen del Niño Dios más grande del mundo se encuentra en la cima del cerro de la Santa Cruz, dominando la vista de Fresnillo, la ciudad que encabeza la percepción de mayor inseguridad en todo el país.
ledz