Restaurante en Ámsterdam crea cabinas de cristal para respetar el distanciamiento

Este restaurante quiere ofrecer a sus clientes la oportunidad de pasar un buen rato sin romper el distanciamiento social por la pandemia de coronavirus.

Las cabinas de Mediamatic (AFP).
AFP
Ciudad de México /

A medida que el confinamiento por la pandemia de coronavirus concluye en varios países, el siguiente reto es aprender a convivir en la nueva normalidad, en el que aún está latente el peligro de otros brotes pues la enfermedad no está erradicada. Es por esto que un restaurante de Ámsterdam tuvo la idea de utilizar pequeñas cabinas de cristal con forma de invernaderos para ayudar a la gente a cenar y pasar un buen rato mientras respeta el distanciamiento

Mediamatic, un centro cultural de aquella ciudad, está probando esta nueva forma de comer y de servir en su restaurante, a la espera de que las autoridades holandesas den luz verde a la reapertura de los estos negocios, cerrados desde el 16 de marzo para luchar contra el covid-19.

"El coronavirus nos obliga a replantearnos la forma en que recibimos a los clientes. Nos dijimos 'vamos a ver lo que pasa si nos sentamos en estos pequeños lugares, si está bien y si podemos servir de manera segura', y de hecho funciona bastante bien", explicó el director de Mediamatic, Willem Velthoven.

Espaciados entre sí e instalados a lo largo de un canal, los invernaderos contienen ahora una pequeña mesa redonda y dos sillas, listas para acoger a futuros clientes temerosos a la idea de compartir una comida en grupo.

"Estar juntos en grandes grupos probablemente no estará de moda por un tiempo, pero estar en una situación social es algo que sí deseamos", comentó Velthoven.

Con el fin de evitar cualquier "intercambio accidental", los empleados del restaurante llevan máscaras de plexiglás y guantes. Sirven la comida colocada sobre tablas que deslizan hasta los clientes, cuyo papel fue desempeñado por otros miembros del personal durante las pruebas.

"Los invernaderos son tan pequeños que los mozos que sirven ni siquiera caben dentro. Así que sirven (la comida) desde fuera, no entran", precisó Velthoven, que espera que su iniciativa inspire a otros restauradores.

​cjr 

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