Burdeos, más allá de los viñedos

Viajes

Esta ciudad se conoce por estar en una de las regiones vinícolas más importantes del mundo, sin embargo, la urbe tiene vida propia, arte, cultura y gastronomía que enamora a los visitantes.

El “Espejo de Agua” es una inmensa fuente en la Plaza de la Bolsa (Fotos: José Antonio López Sosa).
José Antonio López Sosa
Ciudad de México /

El suroeste francés es reconocido internacionalmente por sus grandes zonas de producción vinícola, y sin temor a equivocarse, se puede decir que algunos de los mejores vinos del mundo se elaboran en esta región. Es capital de la región de la Nueva Aquitania y una ciudad con un trazo urbano único en Europa.

A unos 20 minutos del aeropuerto Bordeaux-Mérignac está el centro de la ciudad –junto al cauce del Río Garona– y que fue fundada en el siglo III a.C., por los bituriges vivisques, una tribu originaria de la región. En los primeros años de nuestra era cayó bajo el dominio romano y desde ahí, fue motivo de encarnizadas luchas entre visigodos, francos, merovingios y hasta musulmanes provenientes de la Península Ibérica

Todos estos conflictos, le dieron la cara cosmopolita que posee, reuniendo una arquitectura ecléctica entre callejones medievales y grandes avenidas arboladas al más puro estilo francés.


El romanticismo hecho ciudad


Cuando se piensa en Francia, el lugar más romántico que llega a la mente es París; sin embargo, hay otras urbes que parecieran haber salido de un cuento y que, tan solo al sentarse en una de sus calles peatonales, llevan ese sentido de paz y romanticismo al espíritu del viajero. Burdeos es una de ellas.

El “Espejo de Agua” es una inmensa fuente en la Plaza de la Bolsa, una de las más emblemáticas de la ciudad que tardó más de 20 años en construirse en el siglo XVIII. Su aparición marcó un cambio de época, que pasó de la ciudad medieval amurallada a una ciudad moderna y cosmopolita. Burdeos está en el corazón del barrio de Saint Pierre, con sus antiguas y pintorescas callejuelas empedradas.

Las tardes reflejan el trazo urbano de los edificios con siglos de antigüedad, construcciones en piedra dorada y su casco histórico que fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2007. Vale la pena visitar el Gran Teatro, que data del siglo XVIII, construido en la época de Luis XVI, y que es una obra maestra de Victor Louis.


La ciudad de los vinos

En Burdeos hay un espacio muy bien dispuesto llamado La Cité du Vin, es la única infraestructura del mundo que propone un enfoque semejante del vino para un amplio público en una estructura de 10 niveles. 

Hay exposiciones temporales y permanentes que explican la historia del vino desde sus orígenes, así como la evolución que ha tenido en la humanidad y, sobre todo, las razones por las cuales la región aledaña a Burdeos se ha convertido en una de las más importantes productoras de vinos de calidad mundial. 

Con auditorios, tres salones de cata y unos jardines excepcionales –donde se explican las características botánicas de la vid–, este espacio expone al mundo la cultura creada alrededor del vino.


El buen comer

Burdeos es la ciudad en el mundo que tiene el mayor número de restaurantes por habitante, lo que habla de la riqueza gastronómica que se puede encontrar en sus calles, que van desde pequeños restaurantes familiares, hasta sofisticadas cocinas con estrellas Michelin. Llaman la atención los espacios bistronomique, instituciones que poseen una oferta gastronómica auténtica típica del suroeste francés, que ofrecen platillos con ingredientes regionales y recetas que datan de siglos. 

Tener una región vinícola tan amplia en los alrededores, permite que cualquier lugar ofrezca vinos de alta calidad a precios muy competitivos. Los sitios más recomendables para degustar productos de la región son Mademoiselle de Margaux, Lafitte Foie Gras, Baies de Bacchus, Caviar Galerie y BD Avenue.


Duerme en un palacio

La oferta hotelera es muy amplia y diversa en el centro de la ciudad; hay hoteles que han adecuado viejos palacios para brindarte la experiencia de dormir en el mismo lugar en donde, algún día, los excesos de la monarquía tuvieron lugar. Uno de ellos es el Best Western Premier Hotel Bordeaux Bayonne Etche-Ona, otro es el Hôtel de Sèze o el Intercontinental Bordeaux Le Grand Hotel.


Parte de un gran viaje

La ciudad de Burdeos puede ser parte de un itinerario visitando varias ciudades francesas y españolas. Muy cerca hacia el sur está Biarritz y la región del País Vasco francés, por ende, las ciudades de San Sebastián, Pamplona y Bilbao en España, son una muy buena experiencia de viaje.

Entre Burdeos y París hay casi tres horas de un hermoso viaje en el tren de alta velocidad (TGV), llenas de encantadores paisajes y pueblos si se va por carretera. Rentar automóviles en Francia es muy sencillo, la señalética es uniforme con la Unión Europea y la licencia mexicana es válida. Una de las empresas más económicas y recomendables es AVIS.

Burdeos es una ciudad que sorprende, más allá de París, más allá de sus viñedos, una urbe que tiene historia y encanto, que vale la pena visitar.

El dato.

La vida nocturna en Burdeos

es calificada como una de las más atractivas en Francia. 

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