De México a Venecia

Chic Haus

Rozana Montiel se convirtió en la única arquitecta mexicana invitada individualmente a presentar su trabajo en esta edición de la Bienal de Venecia.

Rozana Montiel formó parte de las 71 arquitectas invitadas en la Bienal de Venecia (Fotos: Sandra Pereznieto).
Ana Crisóstomo
Ciudad de México /

En Chic Haus sabemos que Rozana Montiel es una arquitecta muy capaz que representa a una nueva generación de profesionales con un sentido humano y profundo de la industria arquitectónica del país. La labor que ha desarrollado en su estudio homónimo, además del diseño, abarca especialmente re-conceptualizaciones artísticas del espacio y el espacio urbano.

Es por eso que forma parte de las 71 arquitectas invitadas a participar en la muestra por medio de Stand Ground, una instalación que transforma el muro en un piso, lo cual conecta el interior con el exterior y convierte las barreras en horizontes. Se trata de una reproducción 1:1 del muro hecho de ladrillo veneciano del espacio de exhibición, pavimenta el piso del Arsenale para crear un nuevo borde.

 La instalación es un gesto simbólico que Rozana implementa para convertir una barrera en una experiencia de un terreno común. Los muros son barreras no flexibles, pero sí establecen límites bajo principios de equidad y resiliencia fundamentan la vía para trazar límites en comunidad. 

El proyecto se complementa con mesas que exhiben el proceso de diseño del estudio, su metodología e investigación y las intervenciones del espacio público en unidades habitacionales relacionadas con la instalación. 

“Nuestra pieza stand ground, ilustra los principios de trabajo de nuestro estudio, al tiempo que ofrece a los visitantes una experiencia diferente del espacio basada en lo ficticio, poético y onírico”

Rozana


Esta propuesta condensa los siete principios con los que el despacho de Rozana construye espacios libres, y son: buscar contenido en el contexto; convertir barreras en horizontes; transformar la percepción del espacio; acercarse al paisaje como si fuera el programa; resignificar los materiales; trabajar con la temporalidad y creer en la belleza como un derecho básico “.





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