El jueves el palacio de Buckingham admitió que se puede hacer un mayor esfuerzo para favorecer la diversidad entre el personal empleado por la familia real, "hacer más" dicen ellos, por primera vez en la historia deciden publicar las primeras estadísticas sobre el tema tras las recientes acusaciones que se le hizo a la familia Windsor por racismo.
Esta publicación ocurre en pleno cuestionamiento de la familia real luego de las devastadoras declaraciones del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle, quienes recientemenre se mudaron a California.
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Tras revelar su balance financiero anual para 2020-2021, El palacio de Buckingham dio a conocer que la proporción de sus empleados surgidos de minorías étnicas solo es de 8,5 por ciento, el objetivo que se plantearon fue el de aumentar hasta un 10 por ciento para inicios del año 2022.
Todo esto considerando que en Reino Unido, un 13 por ciento de la población es originaria de una minoría étnica, según datos del último censo realizado en 2011.
"No estamos en el nivel que quisiéramos estar, pese a nuestros esfuerzos", explicó una fuente al interior del palacio a la agencia de prensa PA. "Reconocemos que debemos hacer más".
La fuente calificó como una "etapa importante" la publicación de las cifras, ya que antes estaban reservadas únicamente para uso interno. Explicó que actuando así, el palacio espera "rendir cuentas sobre los avances que hemos realizado. Y si no avanzamos, debemos explicar la razón".
Después de que Meghan Markle y el príncipe Harry asistieran a una entrevista en marzo de Oprah Winfrey y que fuera vista por unos 50 millones de personas en el mundo, el nieto de la reina Isabel II, y su esposa mestiza, decidieron contar que un miembro de la familia real se había preocupado por el color de la piel de su hijo Archie antes de que llegara al mundo.
La soberana, que es jefa de Estado en varios países dentro de la Commonwealth, reaccionó ante la entrevista y las acusaciones de racismo y dijo que "tomaba muy en serio" el tema, y se comprometió a tratarlo "en privado", subrayando que los "recuerdos pueden variar", con lo que parecía mostrar que no tomaba esas declaraciones como algo seguro y verdadero.
El hermano de Harry, el príncipe William y próximo heredero al trono, también defendió a la familia real y dijo a un periodista, días después de la difusión de aquella entrevista: "no somos para nada una familia racista".
arb