El chef Pepe Salinas da la bienvenida a una decena de invitados. Todo está listo en uno de los salones del restaurante El Balcón del Zócalo para que el anfitrión comparta el proceso creativo del Menú de experiencias, concepto que ha adoptado y crea a partir de I+D (Innovación y Desarrollo), técnica que aplica y ejerce con su equipo a partir de un tema social para la creación de sus platillos.
Detalla cómo son las reuniones con 12 representantes de cada área:
“Más ya no se podría, porque serían muchas opiniones”, para lograr el consenso y desarrollar las ideas y la materialización de platillos.
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Justo frente a Palacio Nacional y con una vista increíble del Zócalo y de la ciudad sirve Violeta, el menú que se creó en ocho semanas, como sucede con cada concepto, y que en este caso rinde honor a la mujer.
“Venía el 8 de marzo, después el 10 de mayo y luego la elección presidencial, que dará el lugar a una mujer por primera vez en nuestro país”, explica el anfitrión al compartir el origen del menú que estará sirviendo hasta el 20 de junio.
Con 8M Women’s Day inicia la fiesta de sabor que lleva a la reflexión en el menú que contempla nueve tiempos. En la experiencia se pasa por la Igualdad Equality y también se da tiempo para honrar a Katya Echazarreta.
“Katya es la primera astronauta mexicana en ir a una misión espacial y en su honor esta es la quesadilla espacial de El Balcón del Zócalo”, dice el chef al tiempo que da las indicaciones para aderezarla con la salsa que la acompaña.
Lucy Australopithecus es la siguiente mujer que llega a la mesa, para después dejar su lugar a Las batallas en el desierto:
“Inspirado en Mariana, este plato representa lo que la migración ha aportado a la economía mexicana. Hay que destapar la salsa macha para complementar el plato. El vino que marida es La rosa de los tiempos, de Laura Zamora, la primera enóloga mexicana”, explica el chef.
La mujer de cenizas da secuencia al menú, en el que llega el Poder President con dos salsas a elegir, que representan la dualidad por la silla presidencial, una con sabor a arándano y la otra con cacao.
Llega el postre para consentir al paladar, primero se sirve Musa y después Amalia, un platillo en el que el chocolate reina, como lo hizo la mujer inspiradora del platillo:
“Amalia fue una mujer que dejó huella en todos nosotros. Estuvo más o menos 20 años, por eso este postre es en honor a ella”, dice el anfitrión.
Y además
En Balcón del Zócalo también se sirve el menú Selección del chef.
En esta se puede elegir una opción de cada uno de los cuatro tiempos; el precio lo da el platillo principal y se sirve siempre.
Los fines de semana, el domingo, se sirve el brunch.
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