Todo comenzó como una venta de hamburguesas para alcanzar la suma de dinero necesaria para tomar un curso. De ahí nació la idea de Burger Ring, un restaurante como homenaje a la lucha libre mexicana.
Sebastián Revilla es fanático y su familia, de este deporte del pancracio.
Narra que en vacaciones viajan desde Durango a la Arena México.
No hace mucho tiempo, para completar el dinero para pagar un curso que debía tomar, decidió vender hamburguesas. La idea creció hasta convertirse en un restaurante. La forma de preparar la carne y los condimentos fue la forma para enganchar a sus clientes.
“Para un curso comencé a juntar dinero para pagarlo. Y decidimos hacer una hamburguesada, y nos fue muy bien. Vimos que a la gente le gustó la preparación de la carne, y de ahí nace la idea del negocio y desde niños al estar yendo a Ciudad de México, e ir a las luchas, le quisimos dar un concepto relacionado a lo que nos gusta".
El diseño del menú va ligado a perfiles de ídolos de la Lucha Libre, 'Connan', el 'Doctor Wagner' o los exóticos.
Incluso, 'La Wagner', lleva hasta un huevo si los clientes lo piden. La exótica en lugar de carne lleva un hongo portobello marinado.
El sabor es único, la carne logra un cocido exacto. Los 200 gramos de carne se diseminan en el paladar y se conjugan con las papas. El hongo portobello marinado es un sabor profundo y con personalidad.
El negocio se encuentra divido entre los técnicos y rudos, por la mañana se venden gorditas de diferentes guisos y por la noche las hamburguesas.
“Tenemos la hamburguesa Konnan, que es una hamburguesa normal, que va con tocino y piña. La Wagner es un poquito más gourmet, pero son 200 gramos de carne y su tocino, queso, y lo que la hace única es que puede ir acompañada con un huevo estrellado. Es opcional, pero es un plus”.
CALE