Con una gran fiesta en la que la gastronomía, la música y el teatro japoneses se combinaron con el mariachi, celebraron el 50 aniversario de Suntory en México.
“En 1962 abrimos base en México para vender whisky y en el 1970 abrimos Suntory del Valle; debido a la pandemia la ceremonia se retrasó dos años, pero ahora estamos contentos de celebrar con ustedes”, dijo Kazuaki Takeuchi, Director General de Suntory México, ante sus 500 invitados en la celebración por el 50 aniversario de Suntory en México.
Al centro de los convidados que se encontraban en los salones principales del restaurante, tanto en la parte superior como en la parte inferior; el ejecutivo siguió compartiendo cómo se ha escrito la historia de su marca en México.
“En esa época de 1970, la comida japonesa no era reconocida por muchas personas como hoy, incluso había restaurantes que solo atendían a japoneses; pero nuestra comida ha ido ganando aceptación. Y ahora tenemos 9 restaurantes en el país y al año nos visitan 700 mil personas; además también tenemos nuestro Beam Suntory, y la empresa de licores y salsas”, dijo.
Para entonces, la variedad de platillos: sushi, tempura, tepanyaki y sashimi en las mesas que se montaron con las delicias de la gastronomía japonesa acaparaba la vista de los invitados por la riqueza de sus colores y sabores.
MÉXICO DA VISTO BUENO
El embajador de Japón en México, Noriteru Fukushima, compartió su gusto por la celebración y destacó que México es un país muy importante para Suntory, ya que la marca ha emprendido negocio en otros países y ha tenido que cerrar.
“Gracias a los mexicanos porque Suntory empezó a abrir restaurantes en Londrés, Atlanta, Brasil y Chicago, entre otros y todos cerraron; solo Hawai y México han dado respaldo; e incluso aquí en México se está expandiendo, así que estoy feliz de que la comida japonesa, sus tradiciones, la hospitalidad y atención de calidad sea bien recibida por ustedes”, precisó el embajador.
Y compartió que otro motivo de su felicidad “es la victoria de Japón sobre Alemania en el Mundial de Fútbol”.
La respuesta fue contundente y los gritos se reprodujeron por todo el restaurante, pues los invitados de origen oriental se hicieron presentes apoyando la acotación del embajador.
MARCELO EBRARD, CLIENTE ASIDUO
El tercer turno en el segmento de los discursos fue para el canciller, Marcelo Ebrard; quien se confesó apasionado de la gastronomía japonesa.
“He estado aquí (en el restaurante de la colonia del Valle) los últimos 34 años, la primera vez que vine fue con una bebita, mi bebita que hoy va a cumplir 34 años; entonces, este restaurante es parte de la historia y de nuestra historia, de nuestra familia es algo conmovedor estar en estos 50 años”.
El político que acudió acompañado de su esposa, Rosalinda Bueso, destacó que a través de la historia de Suntory; se ha producido una enseñanza mutua entre Japón y México.
“Hemos aprendido mucho de Japón, su perfeccionismo, su dedicación, su obsesión por la calidad, su seriedad, y ellos ha aprendido mucho de nosotros en muchos sentidos: nuestros sabores, la fiesta, la civilización mexicana, nuestra forma de ser y entre ambos se ha producido una grandeza”.
MÉXICO EN UN LUGAR ESPECIAL
Nobuhiro Torii, Vicepresidente Ejecutivo de Suntory Holding, cerró el momento de los discursos, para agradecer la historia que ha hecho la marca en México y destacar la posición de nuestro país.
“Estoy afortunado de dar un discurso en este momento de celebración por los 50 años de estar Suntory en México. Quiero que sepan que México está en un lugar muy especial entre nosotros; pues actualmente somos una empresa global, hacemos negocio en todo el mundo, pero el punto de partida fue México, hace medio siglo empezamos aquí y ahora seguimos creciendo”, precisó el ejecutivo, quien pidió a sus invitados “alzar la copa para un brindis”.
Entonces se escuchó “kanpai” por todo el salón, al igual que el choque de las copas; como presagio de la fiesta que continuó con el sonido de Taiko (tambores) y la presentación del Kabuki (teatro); mientras los invitados se disponían a degustar la variedad de platillos japoneses que maridaron con las propuestas: cerveza, whisky, tequila y ginebra que también tienen el sello de la marca.
El cierre de la fiesta japonesa llegó el mariachi que, con temas como “Cielito lindo”, “La bikina”, “Guadalajara”, “Sabes una cosa" y “México lindo y querido” animó más a los invitados, en especial a los japoneses, cuyos coros espontáneos, se unieron a la música.