'Zona de salto', tortas de chilaquiles y tamal en Durango

El restaurante es de un paracaidista retirado de la Fuerza Aérea Mexicana, que ha logrado que los duranguenses conozcan la gastronomía de Ciudad de México.

Sergio Rivas asegura que el secreto está en la salsas. (Gilberto Lastra)
Gilberto Lastra
Durango, Durango /

Paracaidista en retiro de la Fuerza Aérea Mexicana y guardaespaldas de artistas cuando se requiere, Sergio Rivas García, es también un destacado cocinero que ha logrado que los duranguenses conozcan la comida de Ciudad de México, como las tortas de chilaquiles, de tamal y pambazos.

'Zona de salto', es su restaurante y se ubica en la calle Carlos Patoni de Durango. Ahí, sigue una historia que comenzó en las fuerzas armadas mexicanas y hoy son antojitos mexicanos para los visitantes.

“Como soldados, a todos nos gusta comer y ahí conocí a intendentes que son los cocineros, entre nosotros los conocemos como ‘las mamacitas’. ¿En tu casa quién te prepara de comer? Pues tu mamacita. También nos referimos a la comida como 'vamos al bofe'. A ellos les aprendí secretos”, relata.

Actualmente, parte de su tiempo lo dedica al restaurante y a crear nuevas recetas, pero cuando solicitan sus servicios, es guardaespaldas de artistas internacionales como Thalía, Carlos Santana e incluso de Araceli Arámbula.

“Soy fusilero paracaidista perteneciente a la Fuerza Aérea, soy retirado, pero paracaidista voy a ser hasta que me muera, incluso me sigo preparando. Me apoya mucho uno de mis generales, y seguí estudiando y comencé a ascender cuando se me presentan las oportunidades. También me jalan para estar en asuntos de escolta de artistas, de empresarios, de políticos. Cuando viene al país soy el escolta de Thalía”, comenta.

En lo que respecta al sabor, asegura que el secreto de cada platillo es la salsa, pero la especialidad son las tortas de chilaquil, que es muy socorrido en Ciudad de México.

"¿Cómo compaginar el sabor tortillas y el pan? Pues la receta no es sencilla, pero con amor a la cocina, el resultado es muy bueno. Ni pierde el sabor del chilaquil, pero tampoco de un lonche o una torta".

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