Su restaurante Dulce Patria en Ciudad de México acaba de ser designado el mejor de América Latina y de México por la clasificación mundial francesa La Liste. Inspirada por la figura "feminista" de Frida Kahlo, Martha Ortiz refleja en sus platos su visión de la cultura mexicana: una explosión de colores y fantasías.
"Cuando un país muestra su gastronomía, muestra su riqueza cultural", explica a la AFP en París esta chef, que pone tanta pasión en sus palabras como en su cocina. Y es que Ortiz ha hecho de su patria una bandera que agita orgullosa tanto en su restaurante capitalino, al que acuden "muchos turistas", como en el que abrió en Londres, Ella Canta.
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Según La Liste, un concurso creado en Francia en 2015 para contrarrestar la británica 50 Best, Dulce Patria se halla entre los primeros 70 mejores restaurantes del mundo, el primero de América Latina y el tercero en manos de una chef, después de la española Elena Arzak y de la francesa Anne-Sophie Pic, ambas hijas de reputados cocineros.
"Mi padre era médico y mi madre artista", afirma Ortiz. "La cocina es un poco eso: ciencia y arte".
La cocina a prueba de tiempo de Martha
El reconocimiento de la clasificación francesa tiene que ver con que "lo que yo hago es muy acorde con la gastronomía de Francia. Todo muy bien hecho, clásico, una cocina a prueba de tiempo", según la chef, que asistió a la entrega de premios, en la que triunfó el restaurante Guy Savoy de París.
"Quien ve y prueba mi cocina sabe que viene de una mujer", dice esta chef, que no esconde su espíritu combativo para reivindicar una mayor presencia femenina en la gastronomía.
Ese toque femenino y artístico, ha hecho que sus platillos sea una verdadera obra de arte que entra por los ojos, pero también por la boca. El pato con mole negro es una muestra de ello. No por nada, es el plato estrella de Dulce Patria.
"Hay platos que no puedo quitar. He recibido todo tipo de amenazas de mis clientes", asegura, entre risas. Por ejemplo el pato con mole negro, que "tiene un sabor que sabe a tierra, a humo (...) Es una salsa de largo alcance que se cocina durante días". Ortiz lo corona con un plátano macho y lo sirve con arroz con muicle, de color morado. "El resultado es un plato de altísimo contraste".
mrf