Al entrar al restaurante Sonia, la calidez, la decoración, pero sobre todo el ambiente agradable, casero, que lo distingue; presagia una gran experiencia en la degustación del menú especial que ha preparado el chef para celebrar el 14 de febrero.
El chef Édgar Delgado y socio de la empresa da la bienvenida y da a escoger: “Mesa al interior o en el patio”, aunque el restaurante está seccionado y en cada área hay mesas, incluso antes de ingresar al número 23 de la calle de Oxford en la colonia Juárez.
Al fondo del patio interior, el cuadro de Sonia, la mujer que heredó su pasión por la cocina y quien dio origen al concepto del restaurante; se suma al ambiente.
“Sí, el lugar tiene su origen en la abuela, de ahí el concepto de retomar y rescatar la comida de la abuela, hemos interpretado sus recetas y son la base de nuestra propuesta”, dice el chef anfitrión.
Aunque ahora el tema se dirige a los enamorados, pues durante toda esta semana en Sonia se servirá un menú especial, “dedicado a las parejas, a los amigos o a quien venga a celebrar el 14 de febrero”, precisa Delgado.
Quien añade: “La idea es que vengan a vivir una experiencia de alta cocina, en un ambiente cálido y a precio justo”.
Además, el chef añade “que los platillos para la celebración son muy pegados al mar”, en lo que mucho tiene que ver su pasión por los ingredientes de ese origen.
La música que ambienta el restaurante es acorde a cada detalle, desde la iluminación, hasta los acabados de las paredes, algunas con un retoque para darles más vida y otras con guiños de modernidad para lograr el equilibrio en ese refugio que ofrece la abuela, cuando llegamos a su casa, comenta el chef.
A la mesa ha llegado “un detallito de la casa”, así define el mesero al crotón con queso de cabra, jitomate Cherry y arúgula, con el que inicia el desfile de sabores.
Pan de la casa y una mantequilla de huitlacoche se suman a la escena, antes de que llegue el primer platillo; y el chef operativo de Sonia, Ollin Franco, detalle cada una de sus propuestas para celebrar a los enamorados.
Apenas unos minutos después, el chef Ollin vuelve con el primer plato.
“Hemos preparado una polenta cremosa, que acompañamos con ragú de hongos a fuego lento y setas a la parrilla”, explica y sugiere el maridaje con un vino rosado.
Para ser congruente con la comida italiana que distingue al restaurante, en el menú especial que estarán sirviendo esta semana, se distingue el segundo platillo, en el que reina el pulpo, pero el chef precisa que “al degustarlo probarán más capas de mar”.
Y una vez que el plato llega a la mesa, presenta su propuesta.
“Una pasta Tagiatelle, un poco más gruesa de lo normal y hacemos una mantequilla de almejas con consomé que recuperamos de la cocción del pulpo, el cual cocemos en olla, con los aromáticos y su propio jugo y lo servimos con echalote frito.
La comida se corona con el postre, “una base de crumble, con chocolate oscuro y dulce de leche con whisky, fresa y helado de vainilla”, explica mientras el mesero coloca la cabsha, que sugiere acompañar con algún café. Aunque corrige y sugiere “una copita de champagne puede ser mejor y la celebración de San Valentín lo amerita”.
AJR