Cualquier persona que quiera adentrarse en la gastronomía típica de Ciudad de México debe probar los famosos y deliciosos tacos al pastor, un platillo creado en 1966 por la señora Concepción Cervantes.
Inspirada por su amor a la cocina, tropicalizó el platillo árabe Shawarma (carne de cordero marinada con especias), agregándole piña y un sabor mexicano a la carne, fue así que abrió la taquería El Tizoncito en la colonia Condesa, una de las más famosas de la ciudad.
El Tizoncito fue el primer establecimiento con el característico trompo al pastor: a la vista y sobre la calle. El trompo mexicano, un juguete de madera muy popular en los años 60, fue la inspiración de Concepción Cervantes para darle forma a la carne con piña y cebolla.
Ahora, en casi todas las taquerías encontramos el trompo al pastor, objeto cotidiano para los mexicanos al que no le prestamos mayor importancia; sin embargo, la figura del pastorero, es decir, quien sirve los tacos, es fundamental.
Ignacio, pastorero desde hace 15 años en el Tizoncito de Polanco, explicó todo el proceso de preparación del lomo de cerdo: la carne se deja marinando toda la noche y en la mañana se realiza el bajado, que consiste en armar capa por capa el trompo, al que se le pone también tres capas de cebolla para evitar que la carne se resequé y hacer que tenga más sabor.
El proceso dura alrededor de 40 minutos; ya que tiene la forma de trompo, se agrega la piña y posteriormente se baja al horno para poder empezar a servir.
Sin duda, los tacos al pastor, un platillo lleno de color y sabor, representan a la gastronomía de Ciudad de México.