De Puebla para el mundo; Julio César exporta el sabor de los tacos a Rumania

Edición Fin de Semana

De oficio pintor, Julio César mantiene un restaurante de comida mexicana en Bucarest desde hace seis años, donde el platillo principal es el taco.

El proyecto inició en el 2017 en Bucarest. (Especial)
Elvia García
Puebla /

De profesión artista con la especialidad en pintura, pero con el aprendizaje de la gastronomía poblana por sus padres, Julio César Rivera es un joven que probó suerte en Rumania, y desde el 2017 cuenta con un restaurante de comida mexicana “El Torito”, ubicado en Bucarest.

En entrevista con MILENIO Puebla, el joven poblano detalla que desde hace seis años radica en Rumania, de donde es originaria su esposa, y quien tras vivir en México una mala experiencia decidió probar suerte en otro país.

Julio César explicó que antes de mudarse a Rumania, contaba con un restaurante japonés, mientras su esposa daba clases y estudiaba su maestría, “las cosas iban bien, pero tuvimos una situación peligrosa, un asalto y decidimos mudarnos. Yo le comenté a mis cuñados y me dijeron vente a Rumania”.

“Vendimos el restaurante. Yo soy de profesión pintor, pero desde chico conozco lo que es trabajar en el área de comida, mis papas y tíos están en el negocio, conoces las carnitas Los Arcos, Eli, pues son de mi papá y tíos y ahí aprendí, conocí todo lo que es el tema de la gastronomía”.
Julio César probó suerte en Rumania y desde el 2017 cuenta con un restaurante de comida mexicana. (Especial)

Rivera cuenta que tras su llegada a Rumania, probó suerte con su familia política y abrieron un restaurante chino, sin embargo, éste no tuvo suerte y lo traspasaron un año después, por lo que volvió a dedicarse al tema de la pintura.

“Comencé a dedicarme más al arte, incluso me llamó un colectivo de artistas y comenzamos a decorar tiendas, teatros. Hay un festival famoso medieval, donde se hacen castillos enormes de unicel”, señala Julio César, quien agregó que en ese transcurso conoció a Manolo Martínez. Él trabajaba en un restaurante de la zona, por lo que Julio César le pidió de favor hablar con su jefe para que lo dejara colocar sus obras de artes en el restaurante, y de vender alguna, le daría una comisión.

Si bien el jefe le dio permiso colocar su pintura, le dijo que no le pediría ninguna comisión; no obstante, al enterarse que conocía del tema de la comida, le propuso trabajar con él, situación que no aceptó ya que “la cocina es un trabajo hermoso, pero es muy demandante, te esclaviza mucho, porque trabajas fines de semana y en días festivos”.

"Decoramos el restaurante de una forma que queríamos hacer que los rumanos sintieran y su experiencia fuera más cercana a México": Julio César. (Especial)

Tras rechazar la primera oferta, César cuenta que después hubo otra propuesta esta vez fue asociarse, ir en conjunto para abrir otro restaurante donde él se encargará del menú, la cual aceptó y encontraron un lugar en el centro de Bucarest. Comenzaron a trabajar en el restaurante en 2016 para dar su apertura en septiembre de 2017.

“Decoramos el restaurante de una forma que queríamos hacer que los rumanos sintieran y su experiencia fuera más cercana a México, que vieran los colores, la música, la decoración. Con un menú más auténtico, por lo que estaba integrado de tacos al pastor, de carnitas, de machaca, de tinga, sopa azteca, pozole, nachos, quesadillas, en si no hice un menú tan grande porque quería que fuera un menú más de taquería”.

Destacó que Manolo tenía una buena relación con la entonces embajada de México en Rumania, por lo que la apertura del restaurante “El Torito” fue el 16 de septiembre, el Día del Inicio de la Independencia de México.

“Abrimos con la embajada de México en Rumania un 16 de septiembre, dimos el Grito de Independencia, muchos mexicanos acudieron”, indicó Julio César, quien reconoció que fue complicado al principio ganarse la confianza de los rumanos, ya que al ser un menú diferente las ventas tardaban. Al paso del tiempo, los comensales se acostumbraron a los sabores y se ganó la clientela.

La apertura del restaurante “El Torito” fue el 16 de septiembre. (Especial)

“Fueron conociendo la comida, los sabores, les gustó el lugar, la combinación de la música, la decoración y nos fue bastante bien”, señala el empresario, tras reconocer que ante la pandemia por covid-19 tuvieron que cerrar sus puertas de forma temporal

Esta situación la aprovechó para para regresar de nueva cuenta a la pintura y al conocer al embajador de México en Rumania, quien le dio la oportunidad de participar en varias exposiciones, tres de ellas ayudó en colaborar en la instalación del altar de muertos, así conmemoraciones de la armada de México, “algo que me ayudó mucho en darme a conocer como artista”.

Si bien el restaurante ya volvió abrir sus puertas, César se siente contento pues se recupera poco a poco, no obstante, lamentó que otros restaurantes vecinos no resistieron y quebraron.

“Mi estilo de pintura fue cambiando, antes en México era más contemporáneo moderno, y ahora es un estilo en Rumania más de cultura, más mexicano, pinto muchas catrinas, algo azteca, cuadros de El Santo y Blue Demon, así como cuadros de Frida Kahlo, que es lo que más se vende”, finalizó.
Con sus obras, Julio César ha participado en varias exposiciones en Rumania. (Especial)

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