Entre las calles de algunas colonias en Altamira se escucha el conocido grito “¡hay nieve de mango!” de Don Lupe, el vendedor de nieves más querido por los ciudadanos del municipio tamaulipeco.
Pero quizás algunos no conozcan su historia y cómo comenzó su travesía al ser uno de los vendedores de nieve casera que más prefiere la gente. Don J. Guadalupe Quijano actualmente tiene 74 años de edad y 39 años en el oficio.
Don Lupe como todos lo conocen en Altamira, compartió a MILENIO Tamaulipas, que cuando era más joven trabajaba en las compañías, hasta que un amigo le enseñó a elaborar la nieve casera para que él pudiera venderla.
“Tenía un amigo que trabajaba en la presidencia municipal de Altamira, él me dijo que me enseñaría a fabricar la nieve para que ya no trabajara en las compañías, gracias a Dios y a ese amigo, hoy tengo 39 años con este trabajo y soy muy feliz”, expresó.
La historia
Él comenzó a vender la nieve en las escuelas, es por esta razón que muchas personas desde muy jóvenes lo conocen y aprecian. Inclusive sus clientes aseguran que quién no conoce las nieves de Don Lupe no conoce Altamira.
“Cuando era más joven, mi venta era de 2 a 2 y medio de tanques de nieve, vendía en las escuelas y secundarias, me iba a la Federal Benito Juárez y de ahí me cambiaba a la escuela Martírez de la Revolución a la hora del recreo y esa era mi trayectoria. Actualmente con la pandemia tengo que salir a los fraccionamientos a vender mi nieve”, exaltó.
Su recorrido empieza desde el sector 1, después el 2, las marismas, la florida 1 y de ahí se dirige al centro de Altamira cuando le queda nieve.
Gracias a ese oficio ha podido darle estudio a sus hijos, tiene 2 licenciados, una enfermera y otro trabaja en la obra civil. Don Lupe ha tenido altas y bajas en su trabajo, ha estado algunas veces en el hospital porque padece de bronquitis, aunque pese a ello sigue saliendo a las calles a trabajar. Es muy querido por la gente de Altamira, se podría decir que un ícono de la ciudad por sus años de trayectoria y por su forma tan agradable de ser.
“Mi trabajo es una gran bendición de Dios y lo más precioso es la amistad de mis clientes", Don Lupe.
gins