De acuerdo con la ciencia, convivir y formar un vínculo con un perro o gato proporciona múltiples beneficios que ayudan al bienestar psicológico. Aunque muchas personas conocen estos beneficios por experiencia, aquí te explicamos los motivos científicos que te pueden hacer una mejor persona.
Reducen el estrés y ansiedad
Diversos estudios publicados en National Library of Medicine (NIH) explican que estar en compañía de nuestro perro o gato genera oxitocina en nuestro cerebro, una sustancia también conocida como la hormona del amor.
Acariciar a nuestras mascotas o mirarlos por tiempo prolongado, reduce los niveles de ansiedad y estrés, y potencia la relajación, creando un estado de bienestar. Otro estudio realizado en 2012 señala que la oxitocina también se activa en los animales.
Además, la respuesta inmediata de los perros hacia las emociones humanas disminuyen los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés.
Potencia la relajación
De acuerdo con Patricia Ramírez, experta en psicología, observar a un perro o gato mientras duerme, es un buen momento para ejercitar una respiración pausada y potenciar la relajación. Este tipo de ejercicios nos ayuda a enfocarnos en aspectos más agradables.
Mejora la salud física
Los perros son una motivación para hacer actividad física al aire libre. Un artículo de American Heart Asssociation indica que hay una tendencia en las personas que tienen perros a gozar de una buena presión arterial. Salir a caminar con un perro, es una forma de priorizar la salud y evitar el sedentarismo.
Mejora el vínculo con los demás
Convivir con perros y gatos es una manera de combatir la soledad y fomenta algunos aspectos como la confianza, empatía y estado de ánimo positivo. “Los perros y gatos nos ayudan a comprender valores de aceptación, perdón y amor incondicional”, explica Patricia.
En el caso de los gatos, las personas que pasan mayor tiempo con estos animales desarrollan habilidades de comunicación, planificación y concentración.
Fomenta la responsabilidad
Los perros y gatos nos hacen sentir útiles y responsables, aspectos que mejoran la autoestima. Además de poner el orden en las rutinas y beneficia a los más pequeños al educarlos con dichos valores y organización.