Visto lo visto, el punto que América logró ante Cruz Azul resultó bueno por las circunstancias bajo las que se dio: con las bajas en portería y en defensa ante uno de lo mejores equipos del torneo que tiene en sus filas al líder de goleo. Tras los 90 minutos, el empate le permitió no despegarse de La Máquina y se mostró solidez defensiva, sobre todo en las pelotas paradas, una situación que había sido un dolor de cabeza.
Destaca la defensa
El plan inicial de América fue generar un cortocircuito en el ataque celeste, evitar que Jonathan Rodríguez se posicionara de buena manera para rematar a gol. La línea de 5 que usó el entrenador le permitía hacer un dos contra uno a los delanteros celestes. Poner a Jorge Sánchez como lateral por izquierda frenó la llegada de Juan Escobar por esa banda, e hizo que el paraguayo se preocupara por sus funciones defensivas y no tanto las ofensivas.
Aunque Rodríguez y Giménez tuvieron alguna opción, nunca llegaron en plenitud al punto de remate, siempre tuvieron un defensa cerca que impidió esa claridad a la hora de chutar a gol. Y cuando alguno de los dos atacantes celestes logró disparar con dirección a gol, se toparon con Óscar Jiménez.
El tiempo de juego estuvo en campo azulcrema, la posesión fue ligeramente para Cruz Azul con el 51 por ciento. El equipo celeste tuvo hasta 7 tiros a puerta, pero ninguno causó daño. Tampoco logró explotar los 12 tiros de esquina que tuvo a su favor.
Tras la salida de Cáceres y Aguilera; Ramón Juárez y Luis Fuentes asumieron el protagonismo, y le resultado fue el mismo, los ofensivos celestes no lograron abrir el ostión americanista. Fue una resistencia sobresaliente, porque en el último tramo del partido La Máquina fue una y otra vez, pero acabó sin premio.
Falta el ataque
El juego ante Cruz Azul fue el primero del torneo en el que América no marca un gol. El cuadro americanista tuvo un par de llegadas y no más. La primera fue la de Córdova que remató por encima del travesaño, y el mismo volante tuvo otro tiro con el que buscó sorprender a Corona, pero éste la mandó a tiro de esquina.
Una incursión de Benedetti, que fue bien cortada por la zaga celeste fue lo que generó América, al que le faltó volumen de juego y creación. Empezó bien el partido, pero se fue diluyendo y terminó defendiendo el resultado.
Apenas tuvo 1 tiro a puerta en todo el partido y 2 tiros que se fueron desviados. Benedetti, Córdova y Giovani fueron los encargados de la generación de juego ofensivo, hicieron su esfuerzo, pero terminaron negados. Cuando Ibargüen, Suárez y Viñas entraron en el segundo tiempo, su suerte no fue mejor.
El tercer Clásico del curso, el próximo sábado contra Pumas, en el estadio Azteca, será el último juego antes del descanso por la Fecha FIFA. Este martes el equipo vuelve a entrenar, y empezará la planeación del juego contra Universidad, en el que la tarea defensiva volverá a ser de exigencia, pues los del Pedregal son la segunda mejor ofensiva del torneo con 21 goles.
HRL