Tras la salida de Miguel Herrera de América, la directiva de las Águilas tuvo que trabajar a marchas forzadas para entregarle a los altos mandos el nombre de un entrenador que pudiera llenar las expectativas de los más altos directivos de la empresa. No es un secreto que el que tomó la delantera en la carrera era Robert Dante Siboldi.
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Cuando el teléfono del entrenador uruguayo sonó, se emocionó al saber que era un fuerte candidato, no era para menos, se trataba de dar un paso más grande en su carrera, pues era pasar de un banquillo como el de Cruz Azul a uno de más calibre como lo es el de las Águilas.
En el ámbito económico hasta representaba un ligero salto, en el deportivo era mantenerse en la élite, pues las Águilas no dejan de ser un contendiente al título, en lo familiar era mantenerse en la capital del país. Los astros se le habían alineado a Siboldi unas semanas después de su intempestiva salida de La Noria.
Todo iba bien, pues los contactos existieron, entonces vinieron las trabas, ninguna oficial, porque incluso las negociaciones se llevaron en un plano hermético. Lo primero que trascendió fue que no quiso aceptar a parte del cuerpo técnico que en América se considera institucional.
¿Por qué no llegó Siboldi al América?
Pero se dice que fueron otras las razones por las que Siboldi no llegó al banquillo azulcrema. Y es que si bien en los despachos de Coapa gustaba el carácter de Robert y se reconocía que hizo jugar bien a La Máquina; es más, la derrota contra Pumas por 4-0 en el juego de vuelta de las semifinales no era tomada con importancia, pero, ¿entonces por qué no llegó Robert?
Resulta que en una parte de la evaluación, a alguien se le ocurrió preguntar por el carácter de Siboldi y las fuentes que consultaron les recordaron el episodio que vivió el uruguayo cuando fue cesado de Santos por los roces que tuvo con su entonces auxiliar Leandro Cufré y el defensa Gerardo Alcoba.
Luego, otra persona refirió el carácter fuerte que tenía Siboldi y puso como ejemplo lo que pasó en la Copa por México, cuando Guido Pizarro y el mismo Tuca Ferretti tuvieron sus más y sus menos, con el mediocampista argentino retando al charrúa a encontrarse fuera del campo.
En las oficinas azulcremas pusieron fin a los contactos con Robert, venían de cortar al Piojo por un incidente con un auxiliar del LAFC y algunos llegaron a decir que fichar a Siboldi era fichar una bomba de tiempo, por lo que activaron otro plan que terminó en la llegada de Santiago Solari.
ZZM