No fue el mejor partido de Cruz Azul, pero hizo efectivo el resultado que sacó en la ida. El equipo de Robert Dante Siboldi echó mano del oficio para contener a un Tigres que tampoco se dejó la vida en el Azteca; así, con estos elementos, se vio un partido soso y trabado en el que los felinos se impusieron 0-1, pero en el global se quedaron cortos (3-2). Ahora, La Máquina es semifinalista y tiene el derecho de soñar que este torneo puede ser el bueno.
La próxima cita es contra Pumas, sin la necesidad de salir de la Ciudad de México; una llave, en la que podría verse ligeramente favorito el conjunto cruzazulino.
MORIR DE NADA
Tigres llegó a la vuelta aferrándose al recuerdo del aztecazo –cuando eliminó al América en el Apertura 2005 al golearlo 4-1–, pero este juego estuvo muy lejos de una tarde tan inspirada. Sí, los felinos tuvieron la posesión, pero no tenían profundidad; faltaba la chispa de intensidad y creatividad.
En cambio, la estrategia al contragolpe de Cruz Azul estaba muy clara. El conjunto de Siboldi buscaría un desdoblamiento rápido para matar la eliminatoria. Y al minuto 23 por poco sale este plan, pues Jonathan Orozco quedó mano a mano con Carlos Salcedo, pero a diferencia del jueves cuando se llevó sin problemas a Diego Reyes, ahora el Titán logró desarmarlo antes que se plantara frente a Nahuel Guzmán.
El partido se iba consumiendo y los felinos no encontraban la fórmula. Justo a la media hora tuvo su opción más clara: Édgar Dueñas recibió un balón por sector izquierdo, condujo a los linderos del área donde sacó un derechazo que se fue a estrellar al travesaño celeste.
En otra de las pocas llegadas celestes, Roberto Alvarado sacó un tiro cruzado que pasó a centímetros del poste. Así concluyó el primer tiempo.
En el complemento el guion no varió para nada. Solo que a Tigres le quedaban 45 minutos para buscar un milagro, que al final no sucedió. Otra vez los felinos tenían la pelota, pero no sabían qué hacer con ella. Nulos argumentos para encontrar un gol, mucho menos para tres.
Vinieron los cambios. El Tuca Ferretti mandó a Nicolás López, Juan José Sánchez y Raymundo Fulgencio. Siboldi respondió con Yotún y el “Shaggy” Martínez, con el afán claro de mantener el duelo equilibrado en la mediacancha.
UN POCO DE EMOCIÓN
El partido no iba hacia ningún lado cuando de repente el árbitro Marco Antonio Ortiz sancionó un penal a favor de la visita al minuto 74, por una falta de Pablo Aguilar sobre Gignac; sin embargo, después de ver la jugada en el VAR determinó que la falta había sido fuera del área.
El juego parecía ya cantado para el 0-0, pero al 82’ Luis Quiñones desbordó por banda izquierda y sacó un disparo en el que Jesús Corona se confió de más y no trató de cortarlo; el balón se incrustó en las redes y le dio una raquítica esperanza a los de San Nicolás.
Pero ya no pasó nada más. Cruz Azul contuvo y ahora está en las semifinales frente a Pumas, con la ilusión renacida de romper una sequía de títulos que ya alcanza los 23 años; en cambio, Tigres, con una fórmula tan cansina de la mano de Ricardo Ferretti, se tendrá que preparar para la Concachampions, un título que para nada pueden despreciar.