En duelo digno para el olvido, que se disputó la noche del miércoles en la cancha de Ciudad Universitaria, Lobos y Veracruz empataron sin goles en el festejo de la Jornada 4 dentro de la Copa MX, lo que al cuadro que dirige Juan Francisco Palencia representó prácticamente su eliminación del certamen a falta de un juego.
Encuentro carente de emociones desde el arranque mismo, donde pese a la necesidad de ambos cuadros por sumar, ello no se vio reflejado en el accionar dentro del terreno de juego, cuestión que no sólo generó bostezos en las tribunas, sino demandas constantes de parte del respetable por un poco de espectáculo.
Sin embargo ninguno de los contendientes decidió brindarlo y apenas, de manera sumamente esporádica, Lobos intentó pisar con peligro el área enemiga, no obstante su falta de profundidad y en ocasiones de contundencia, les impidió poner en predicamentos al arco defendido por el guardavallas, Edgar Melitón Hernández.
Justo al cruzar el 19 en el reloj, en la escena apareció el canterano universitario, Yair Hernández, que se animó a sacar un trallazo desde los linderos del área, sin embargo su envío pasó muy desviado de la cabaña contraria, que no se inmutó, al igual que los aficionados, que se fueron enfriando a la par del clima que prevaleció en el escenario estudiantil.
Poco después de la primera media hora, al 31, Rafael Durán quiso ponerle un poco de emoción a favor de Lobos, no obstante cometió la falta al quedar en mano a mano con el arquero, dejando todo en buenas intenciones, que no evitaron las rechiflas y por ende la molestia de los asistentes que pagaron su boleto.
Previo a la pausa del medio tiempo, al 45, el propio Yair Hernández probó de nuevo fortuna con un cañonazo de media distancia, que para su mala suerte fue bien atajado por el portero jarocho, que así cerró la cortina y dejó de manifiesto que no habría mucho para la parte complementaria.
Ya en el segundo tiempo, tanto Lobos como Tiburones se dedicaron a pasear el balón por todo el medio campo, sin intenciones aparentes de manifestarse en el tanteador, y no fue hasta el 57 cuando Gustavo Velázquez decidió probar metralla, pero su riflazo abrió sin tener que exigir a la zaga rival.
Fue el mayor de los Lainez, Mauro, el que también quiso hacer algo distinto a lo antes visto, ello con un desborde por la pradera izquierda, que al 59e, terminó por coquetear con el área chica, ya que ninguno de sus compañeros alcanzó a cerrar la pinza y así el cronómetro se fue extinguiendo ante los ojos de los ahí presentes.
Si bien Robert Dante Siboldi quiso ponerle un poco más de atractivo con el ingreso de Bryan Carrasco y Christian “Polaco” Menéndez, ello de poco cambió la historia del juego, siendo el juvenil jarocho, Osiel Herrera, quien mayor provecho sacó del ingreso de dichos elementos, ya que tuvo un par de opciones claras que al final echó por la borda, sentenciando así el 0 por 0 final.
ARP