La música, el ciclismo y la cocina, las aficiones de Juan Francisco Palencia

Entrevista

Uno de los hombres más metaleros del futbol mexicano ha sabido disfrutar en pleno de todo lo que le gusta y combinarlo para forjarse una identidad única

Juan Francisco Palencia (Andrés Lobato)
Édgar González
Puebla /

Fuera de la cancha, lejos del balón, su afición por la música y el ciclismo despiertan al técnico de los Lobos BUAP, Juan Francisco Palencia, casi el mismo sentimiento y pasión que en su momento desató el meter un gol, faceta que si bien nunca ha ocultado, no es algo que comparta muy a menudo fuera del empastado.

Sin embargo, eso no es todo lo que le despierta interés, ya que sus dotes de comunicador también lo han llevado a explorar nuevas facetas, mismas que combina con su gusto por la cocina, donde suele consentirse cada que el tiempo y su profesión se lo permite.

¿Desde cuándo eres aficionado al rock?

"Eso surge porque mi papá tenía un taller de rectificación de motores y ahí se escuchaba mucho rock; a los Creedence, a Led Zeppelin, a Black Sabbath, a los Kiss, a los Beatles, a los Rolling Stones, yo crezco realmente escuchando toda esa música. Ahora me he despistado un poco por el trabajo, pero me sigue gustando mucho, de mis grupos favoritos es Metallica y tengo muchos otros más".

¿En algún momento llegaste a pensar en dedicarte a la música?

"Cuando estaba más joven tomé, creo, como un mes clases de música, de guitarra, evidentemente no aprendí nada en un mes, seguía entrenando. Como tenía la escuela, entre la primaria y la secundaria era muy complicado, y luego entrenar por las tardes todos los días, era muy complicado dedicarle tiempo a la música como tal, pero creo que si no hubiera sido futbolista, ahora entrenador, creo que me hubiera decantado por ser músico".

¿Qué tan aficionado eres de la música?

"Yo compraba muchos discos de los Beatles, de los Rolling, de Kiss, Led Zeppelin, de todos los grupos que son íconos para los grupos actuales de rock y de heavy metal. Compraba casettes, luego CD’s. Ahora, con la tecnología bajas música de cualquier lugar, pero sí he ido a ver en vivo a Metallica, lo vi en Londres, en Barcelona y la última vez que vino a México, es un grupo que a mí me apasiona y me gusta mucho".

Otra de tus aficiones es el ciclismo, ¿cómo nace esa afición?

“Nace porque es más cómodo, en la Ciudad de México era más cómodo para donde yo me movía, no me quedaba nada lejos del estadio. Aquí en Puebla son seis kilómetros de mi casa al estadio, me ayuda a despejarme, me ayuda a ir pensando cosas, situaciones que han sucedido en los partidos o alguna charla que le doy a los chicos. También me ayuda a pensar cómo nos vamos a parar en la cancha, cómo nos vamos a defender, me ayuda mucho a despejar la mente".

Te gusta un poco el tema de las comunicaciones, tienes un podcast, cuéntanos de esta faceta

"No soy mucho de redes sociales, sólo tengo mi Instagram, hace mucho que no subo fotos. Esto del podcast, lo hago con Sean Buckley, el preparador físico, es para acercarte un poco más a la gente que no te conoce, que te ve en el área técnica, en la cancha dirigiendo al equipo en los entrenamientos, en algunas entrevistas, ahí hablamos, damos consejos con los comentarios que nos hacen sacamos el siguiente podcast; es una forma de estar mucho más vinculado con la gente que no tiene la oportunidad de conocerte más a fondo".

¿Son tus únicas aficiones?

“Me gusta cocinarme en casa (…) cuando tengo una comida o una reunión como fuera, pero normalmente me gusta cocinarme en casa, recetas de mi madre. A veces cocino el día lunes que es mi día libre y dejo para la semana. Me gusta leer, me gusta mucho el construir charlas constructivas y transformar a los chicos. Veo muchos videos de gente de coaching, gente manipuladora. Me gusta leer las experiencias que han tenido algunos entrenadores, algunas gentes que tratan de fortalecer la mente del jugador, para mí también es importante, fortalece a la gente de todo".

Así, uno de los hombres más metaleros del futbol mexicano ha sabido disfrutar en pleno de todo lo que le gusta y combinarlo para forjarse una identidad única, que lo mantiene lejos del común denominador del concepto tradicional de un director técnico.


ARP