Luego de que la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) dejara de recibir el pago de los 90 millones de pesos que se pactó para que diera el aval para la compra-venta del conjunto universitario a empresarios de Ciudad Juárez, la institución analiza dejar sin efecto esta negociación.
En tanto, los representantes del club Bravos de Juárez difundieron que el traspaso lo cubrieron a las cuentas que les indicaron por lo que solicitarán a las autoridades de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) su intervención.
Luego de que se anunciara hace una semana que los Lobos BUAP pasaban a ser Bravos de Ciudad Juárez por la compra de la franquicia, se difundió que sólo restaba el pago a la máxima casa de estudios en la entidad. Lo que al parecer sigue pendiente.
Se dijo entonces que al momento en que la BUAP recibiera el pago por dar el aval a esta transacción, todo quedaría finiquitado.
Empero, hasta ahora, al parecer, el recurso no ha ingresado a las arcas del centro de formación de estudios superiores.
Aunque la BUAP ha mostrado una posición mesurada en torno a la situación, fuentes internas destacan que la institución sigue sin dar el aval porque no existe el dinero y los abogados de la BUAP trabajan en una serie de demandas contra Mario Mendivil, que fungía como presidente del patronato.
Incluso se maneja que podrían llegar las partes involucradas ante las autoridades de la Liga Mx para que dé solución, esto luego de que la rama fue la que anunció el cambio de la franquicia a Juárez la semana pasada.
Por otra parte, Mario Mendívil aseguró en una entrevista que será este miércoles cuando efectuará el depósito y que el retraso se debe a una revisión exhaustiva en Juárez de los papeles de la transacción.
Cabe mencionar que si el pago no se realiza por parte del club Bravos de Juárez, todo seguirá como hasta el cierre del pasado certamen, es decir, Lobos BUAP seguiría en el máximo circuito a pesar de no contar con futbolistas, conjuntos filiales y representativo femenil.
Asimismo, se logró conocer que quienes viven incertidumbre son los empleados de la escuadra, es decir, desde administrativos hasta personal de jardinería, quienes no han recibido su finiquito, así como aquellos jugadores cuya carta pertenece a la oncena, quienes desconocen su futuro.
MITM