Manuel Lapuente es, probablemente, el directo técnico más importante en la historia del Puebla, pues de su mano, el conjunto de la Franja cosechó sus únicos dos títulos que atañe en la Primera División del balompié nacional, los cuales sucedieron en las temporada 1982-83', ante Chivas, y en la campaña 1989-90', contra la UDG.
Sin embargo, otro de los estrategas más icónicos que ha tenido el cuadro de la Angelópolis, por lo menos en su historia reciente, es José Luis Sánchez Solá, quien regresó al equipo al máximo circuito de nuestro futbol en el 2007, luego de dos años en la división de plata.
Unos meses antes del ascenso, en el 2006, durante el régimen de transferencias de aquel año, el llamado Chelís, junto con la directiva del Puebla, enrolaron a José Vázquez a las filas del equipo. Quizá ésto no diga mucho, sin embargo, con ello, Sánchez Solá cumplió el sueño del hijo del jugador en cuestión, pues él deseaba ver a su papá jugar con la Franja
"Su hijo, el chico, que ahora tiene 16 años, nunca lo había visto salir a la cancha con el uniforme del Puebla y él quería cumplirle ese deseo a su hijo. Él quería ganarse un lugar para que su hijo lo viera salir del túnel. También me dijo que después de ese día, sin ningún problema, él dejaba el equipo", dijo el Chelís para ESPN.
Y agrega: "A mi en verdad y dada la trayectoria de Velázquez en el Puebla, se me hizo una muy noble causa e imposible que no complacerle dicha petición. Le dije que su contrato sería por 5 mil pesos, cosa que a él no le importó porque tenía un objetivo más importante"