Querétaro ha salido herido de muerte en la ida de los cuartos de final frente a Cruz Azul. Lo sabe bien Rafael Puente del Río que sabe que en la vuelta debe aparecer el amor propio para tratar de lograr una hazaña.
"Apelamos al amor propio, a hacer un partido perfecto en una cancha difícil, y si no nos alcanza, morir con la frente en alto. Mientras hay vida hay esperanza y lucharemos a muerte para sacar adelante esta situación”.
Y sentenció que las mejores exhibiciones de los Gallos se dieron después de derrotas de este tipo.
“La resiliencia es un valor que nos ha distinguido a lo largo del torneo. Los mejores resultados de este equipo en el torneo vinieron después de las goleadas en contra. A eso tendremos que apelar. En cuanto al diagnostico del partido, Cruz Azul nos presionó alto, se volvieron protagonistas y ellos potenciaron sus virtudes como el balón parado . Fuimos inoperantes”.