Jared Borgetti y su amor eterno por Santos

No se puede hablar de la historia del club albiverde sin mencionar al originario de Culiacán. Con su pasión y entrega por los colores se ganó de por vida el cariño de la afición.

"Se puede estar aquí 10 años y si no se deja nada al Club la gente no va a dar tanto a ese jugador”. (Mexsport)
"Siempre voy a estar agradecido a Santos porque prácticamente este equipo fue el que me puso en Selección Nacional”. (Mexsport)
En el segundo campeonato donde derrotaron a Pachuca con un marcador global de 4-3.(Mexsport)
"Lo que uno se gana en la cancha no se puede comprar". (Mexsport)
Carlos Hernández Castrejón
Torreón, Coahuila /

Pocos jugadores quedan marcados por siempre en un club por sus logros con el mismo y su amor a la camiseta, como ha sido la estrecha relación de Jared Borgetti y Santos Laguna, quienes han ido de la mano en su historia.

En estos 35 años del equipo lagunero, el sinaloense radicado en La Laguna manifestó en el cariño que siente por la institución.

¿Qué representa Santos para Borgetti?

Siempre lo he dicho, que siempre le voy a estar agradecido a Santos, porque prácticamente este equipo fue el que me puso en Selección Nacional, mis torneos aquí, mis años acá son los que me dieron la oportunidad de pelear por un lugar en la Selección.

Es al final lo que todo jugador quiere, representar a tu país y para eso se necesita un buen club, competitivo, un buen equipo, buenos compañeros que puedan sacar lo mejor de uno, exigir a ser mejor cada día y tratar de conseguir ese sueño de ponerte la playera de la Selección. 

Eso se lo agradezco a Santos Laguna, que siempre buscó tener un equipo competitivo, de estar en liguillas, algunas veces nos fue bien, otras no tanto, pero creo en el balance me quedo contento con eso. 

Esa es la gran parte, otra que le agradezco al equipo es haber sido campeón, aquí lo fui dos veces y perdimos una, creo que esas posibilidades uno como jugador las busca, así que llegar a un equipo que si bien no fuera tan protagonista, pero sí competitivo y que pudiera buscar un título. 

Santos me daba esa posibilidad y es por eso que cuando me preguntan el por qué no me fui a un equipo más grande o más populares o que si nunca me buscaron, a lo cual respondí que sí hubo acercamiento, sí hubo la posibilidad, pero en mi forma de pensar como jugador, lo que yo pretendía de mi, que era estar bien, a gusto, en un lugar donde me trataran bien, en un equipo competitivo y que económicamente me fuera bien. 

Sé que en otros clubes me habría ido bien en esa parte, o la gente me hubiera conocido más si hubiera anotado cierta cantidad de goles con ellos, la mitad de los que hice con Santos, eso me queda claro, pero no me arrepiento, en lo absoluto, sé que lo hecho en Santos ahí está y hoy puedo decir que Santos creció y crecimos juntos, fuimos campeones al mismo tiempo, nos dimos a conocer al mismo tiempo, la gente empezó a ver a Santos aunque no fuera su equipo, me tocó ser parte de eso.

Con su esposa Mónica en la entrega de los Citlalis en abril del 2001, donde ganó como Mejor Delantero, Mejor Jugador y Goleador del Torneo Invierno 20

¿Recuerdas cuando llegaste para vestir la camiseta de Santos?

Desde luego. Primero cuando me llamaron y me expusieron acerca de la posibilidad de jugar en Santos, el sentimiento de miedo fue lo primero que pasó por mi cuerpo, era un miedo distinto, porque no me sentía capaz de responder a la confianza que me tenían y a lo que la gente pudiera esperar de mí, tampoco venía como una solución, una estrella o alguien que pudiera cambiar el rumbo del equipo, venía como un refuerzo más y ahí agradezco la confianza de la gente que me trajo.

Cuando llego, fue alrededor de julio y hacía un calor infernal, yo había estado tres años en Guadalajara y el clima es distinto, así que empecé a sentir el calor y pensé que sería muy complicado todo el entorno.

Salimos de pretemporada, me trataron bien, había jugadores de mucha experiencia y también jóvenes que buscaban ganarse un lugar, estaba Daniel Deeke, Nicolás Ramírez, Saúl Quiñones, Severo Hernández y otros más. Nos llevamos bien, me hicieron sentir a gusto, duramos un rato fuera en la pretemporada, fuimos a un cuadrangular en Zacatecas y llegamos a La Laguna faltando 15 días para iniciar el torneo. 

Sólo conocía a Gandhi Vega, empecé a sentirme tranquilo, el miedo se fue y sólo me ilusionó hacer que las cosas sucedieran por sí solas.

¿Cómo fue la relación con Alfredo Tena?

Tranquila, es una persona muy seria, sin muchas palabras, recio en su forma de ser, muy frío en la forma de emocionarse, pero muy respetuoso. 

Confió mucho en mí, en lo que le podía dar, no me lo esperaba ser titular de inmediato, pero él entendía los tiempos y que los momentos y rachas son apartes del futbol, me respaldó por mucho tiempo cuando a lo mejor no me iba muy bien en los primeros partidos, pero me aguantó, tampoco hice muchos goles, fueron 7, pero jugué todos los minutos junto con José Miguel.


¿Qué sientes al recordar el gol del campeonato del 96?

Era un rival muy complicado, lo sabía desde un inicio, le ganamos al Atlas en Cuartos en la Ida y Vuelta, en semifinales le ganamos a Toros Neza y en la Final nos topamos con Necaxa, que era el bicampeón del momento, un equipo difícil, con buenos jugadores, con buenos defensas y por tanto sabía que no tendría una buena serie y así fue, en el Azteca no tuve tantas oportunidades, acá tampoco. 

De esos 180 minutos anoté la única que tuve, un centro normal de Nico, lo practicamos mucho después de los entrenamientos. Salió perfecto, con polémica o lo que sea, hasta hoy la gente de Necaxa lo sigue recordando. 

Eso cambió mi vida, porque nos dio el triunfo, el campeonato, me da mi primer título con un gol que fue la diferencia. Estoy agradecido con Dios

¿Cómo viviste esas rachas negativas?

El siguiente torneo del título no nos fue tan bien, calificamos y luego nos echaron, después no calificamos. 

No todo fue felicidad con Santos y no siempre fue buena la relación con los aficionados, también hubo torneos, partidos donde me presionaron duro a mí y al equipo.

Hubo algunas veces que estaba enojado con la gente, hubo algunos goles que anoté tras haber sido exigido por tener que hacer más y del enojo de tantas cosas uno termina peleando con alguien de la tribuna.

No es que no me arrepienta, pero uno debe entender ese tipo de cosas, pero a veces la gente de la tribuna no entiende que uno también siente, que uno no desea que le vaya mal al equipo. 

Hay veces que se anotan goles de la forma menos esperada y se fallan las que parecen muy claras.


¿Hubo técnicos con los que no hubo buena relación?

Si a caso puedo decir que hubo uno, Sergio Bueno, ya que el equipo trabajaba bien en la parte física y con él cambiaron muchas cosas, implementó otra forma de entrenar, lo cual no le critico, pero quería imponer demasiadas cosas, le faltaba entender el clima, el desgaste, lo que implicaba entrenar a ciertas horas, las concentraciones a veces muy largas. 

El equipo se quejaba mucho y yo como capitán era el intermediario, los jugadores me pedían que hablara con él para que cambiara algunas cosas. 

Yo le comenté y él me respondió que no, que era su forma de trabajar, que si estaban acostumbrados a otra cosa no le importaba. 

Lo respeto, es su estilo de trabajar, pero no nos fue bien con él, aunque no jugábamos mal, pero no metíamos gol y no fue porque no quisimos, pero hubo partidos que pudimos golear y perdimos.

¿Santista por siempre?

Sí, aunque la gente de Atlas se enoje. Simplemente les digo la realidad, cuando llegué a Atlas no era mi equipo, pero le estoy muy agradecido por haberme dado la oportunidad, fueron tres años importantes, pero al final del día Santos es con quien me entregué, con quien me identifiqué y con quien la gente me identifica. 

A mí me gusta que cuando a la gente en México y Centroamérica les mencionan a Santos inmediatamente lo relacionen con Jared, con eso me quedo pagado, no hay otra forma que me haga sentir mejor, el cariño de la gente no tiene precio, lo que uno se gana en la cancha no se puede comprar.

Se puede estar aquí 10 años y si no se deja nada al Club la gente no va a dar tanto a ese jugador.

 Con eso me quedo, es parte de mi forma de pensar, de mi carrera. 

El cariño de la gente, muchos que se fueron a equipos grandes por nombre o dinero ni los recuerdan. Yo me siento afortunado y eternamente agradecido con Santos y su afición.





LAS MÁS VISTAS