La prueba piloto durante la celebración del partido Santos vs Necaxa de la jornada 10 del Guardianes 2021 parece haber funcionado con todo lo que esperaban las autoridades de salud en la reapertura del Estadio Corona al público tras un año por la pandemia del covid-19.
Este domingo se extremaron medidas, se aplicaron los protocolos preestablecidos y el equipo lagunero volvió a sentir el impulso de su gente después de un año de ausencia.
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Fue una sensación extraña, así lo compartieron algunos de los asistentes al partido, quienes afirman que sentían muchas ganas de volver al estadio, tanto que hicieron todo lo posible por conseguir la entradas, mismas que se cotizaron bastante a pesar de que sigue la pandemia.
Y si bien, la pandemia está lejos de terminar y falta mucho para que la normalidad regrese, también es cierto que los equipos necesitan empezar a tener ingresos nuevamente y para el público es como una señal de que pronto todo podría ser como antes. Eso sí, ver de nuevo un recinto lleno este año es imposible, pero tener un 40 por ciento de acceso a la tribuna es un avance significativo.
Esa es la nueva normalidad para el futbol como todo deporte, al menos hasta que se las condiciones sean propicias. Por eso, los equipos permitirán cierto número de aficionados, por un lado para volver a tener ingresos y por el otro, para que la gente disfrute de un partido en vivo otra vez.
A pesar de que el Club Santos tuvo el tiempo en su contra, ya que apenas el pasado jueves las autoridades de salud de Coahuila dieron luz verde para esta prueba piloto. El Subcomité Técnico Covid-19 de la Región Laguna aprobó el acceso de público al partido de este domingo en el Estadio Corona.
Se limitó el acceso a 12 mil 450 personas y se les exhortó a cumplir con las disposiciones establecidas en el protocolo, como arribar con anticipación al estadio para evitar aglomeraciones, utilizar cubrebocas, acatar la sana distancia y tener el comportamiento debido dentro del inmueble, sin aglomeraciones.
Los aficionados entendieron el mensaje y el orden prevaleció desde que comenzaron a llegar al TSM, desde temprana hora para acceder por los filtros que se instalaron, desde la periferia hasta el acceso a su zona correspondiente dentro del estadio. El Club y las autoridades de salud dispusieron de personal suficiente para la toma de temperatura, la orientación e hicieron observaciones a quienes parecían desorientados.
Se delimitaron las marcas de la sana distancia de metro y medio para evitar aglomeración y se ocuparon los asientos tal y como estaba previsto, en forma de ajedrez, es decir, se ocuparon dos lugares y tres no, una fila sí o otra no. La venta de comida y bebidas se hizo directamente en butacas, el personal debidamente protegido y hubo personal del estadio vigilando que no se hicieran grupos en áreas comunes, como las franquicias de alimentos y baños, en donde se acondicionaron puertas de entrada y salida.
El público disfrutó como nunca el partido, aunque no es igual por estar a menos de la mitad de su capacidad, sin porras; pero vivir de nuevo un encuentro en vivo ha sido una grata experiencia digna de aquilatar. Ha sido una sensación extraña, pero agradable, con mucha vigilancia por parte del personal de seguridad del estadio como del sector Salud.
Fueron 6 mil 510 aficionados con boleto pagado los que asistieron, no fue la cifra esperada por el Club Santos, pero eso permitió que hubiera mayor control.
Desalojo controlado
Antes de concluir el partido, se exhortó a los aficionados a través de las pantallas y sonido local, para abandonar el inmueble de manera ordenada, fila por fila y sección por sección. En poco tiempo se desalojó el inmueble, sin contratiempo en las puertas como en el estacionamiento.
Esta ha sido una prueba piloto que determinará la continuidad de esta apertura, ahora depende del veredicto de las autoridades en materia de salud si se aprueba que para el próximo en casa, que será el domingo 21 de marzo contra el León, se continúe dando acceso al público.
EGO