Cruz Azul no encuentra el camino de la regularidad, se mantiene en esa inercia de serpientes y escaleras. En su visita a Mazatlán empató a un gol en un juego en el que Juan Reynoso evidenció que en su cabeza está el juego de vuelta de la Concachampions. Al final sumó un punto que ayuda poco en su intento por acercarse a la zona de Liguilla directa.
El entrenador de La Máquina hizo cambios en su once, sacó a relucir su vasto plantel, aunque en el desempeño, al equipo le faltó cuadratura, apenas apareció en ataque y un despiste en defensa lo pagó caro.
Fue el turno de Rómulo Otero, Ángel Romero e Iván Morales, tiempo de juego para mostrar su calidad, pero les costó la generación de juego ofensivo. Apenas pudo La Máquina lograr un remate a gol, cuando Rodrigo Huescas cabeceó un centro de Romero, pero antes de que la pelota amenazara con irse al fondo, apareció Nicolás Vikonis para mantener la paridad.
No le pasaba nada al juego, era un encuentro de corte físico, sin que alguno impusiera su ley, los dos alternaban la pelota y ninguno dominaba, mucho menos atacaba con vehemencia. Sin acciones en las áreas, vino una acción que cambió el curso del partido.
Roberto Meraz apareció en las afueras del área, el mediocampista mazatleco se tuvo fe y sacó un tiro de media distancia un disparo que parecía ser atajable, pero Sebastián Jurado falló, el portero quedó corto en su lance y la pelota acabó en las redes. De la nada Mazatlán se ponía en ventaja al minuto 39.
De hecho, La Máquina se salvó del segundo cuando un cabezazo de Oswaldo Alanís, a la salida de un córner, se fue rozando el palo. Respiró el equipo cementero que se veía abajo en el marcador, pero lo que más había lamentado fue la salida de Charly Rodríguez al 32’, por una lesión. Uno de sus mejores hombres se iba tocado y abre la duda para saber si estará listo para el juego del martes.
Sin embargo, vino la reacción celeste, Reynoso movió su banco, mostró sus armas con los ingresos de Christian Tabo y Uriel Antuna, y en la primera del Brujo en ataque pesó, mandó un centro que fue desviado, Morales ganó la pelota y centró, en el segundo poste apareció Romero y el paraguayo la empujó, primer gol en Liga del guaraní y el empate para La Máquina.
El esfuerzo de uno y otro ya no tuvo premio, un punto que a los dos les sirve de poco en busca de sus respectivos objetivos. Para La Máquina viene un partido crucial el próximo martes cuando reciba a Pumas en busca de la final de la Concachampions, un torneo que interesa en demasía en La Noria.
SFRM