La alcaldía de Pekín anunció la anulación de las populares ceremonias previstas con motivo del Año Nuevo chino, como medida de protección ante la epidemia provocada por el coronavirus que ya ha dejado a 17 personas muertas en el país.
Las vacaciones y festividades con motivo del año nuevo comenzarán el próximo viernes y duran una semana. Los habitantes de Pekín se cuentan por centenares de miles cada año en los parques y espacios públicos para asistir a los tradicionales bailes del león y del dragón.
Las autoridades de salud en toda Asia han estado incrementando su vigilancia y otras precauciones para prevenir una repetición del caos y las muertes vividas durante la crisis del SARS (síndrome respiratorio agudo grave) en 2003, que causó pérdidas de entre 40 mil millones y 50 mil millones de dólares por la reducción de viajes y gastos.
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